TIME

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Aidan: Te quiero como para invitarte a pisar hojas secas una de estas tardes. Te quiero como para salir a caminar, hablar de amor, mientras pateamos piedritas. Te quiero como para volvernos chinos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa las calles. Te quiero como para ir contigo a los lugares que más frecuento, y contarte que es ahí donde me siento a pensar en ti. Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche. Te quiero como para no dejarte ir jamás. Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atrás

Mario: Muy bien Gallagher, ¿podría decirme en quien se inspiró para hacer esta poesía?

Aidan: En nadie

Mario: Les dije que la tarea era hacer una poesía con dedicatoria

Aidan: Pues sí, pero yo no quise dedicarle mi carta a nadie

Mario: Pero esa era la tarea

Aidan: Pero yo quise hacer la tarea a mi manera

Mario: ¡Suficiente! ¡Salga de mi salón! -Señalando la salida-

Aidan: No me voy a ir solo porque no quise dedicar mi poesía

Mario: Pero esa era su tarea

Aidan: Bien, entonces... -Mira a todos los del salón- ¡Oh! Se la dedique a ella -Señalando a una chica-

Mario: ¡Usted dijo que no se lo dedico a nadie!

Aidan: ¡Pero ya se lo dedique a alguien!

Mario: ¡Salga de mi aula!

Aidan: ¡Es muy mal profesor!

Mario: ¡Tu eres un mal alumno! ¡Todos dedicaron su poesía!

Aidan: ¡Seguro alguien no la dedico!

Mario: ¡Bien! Levanté la mano quien no haya dedicado su poesía -Mira a Aidan- Si alguien no la dedico aparte de ti, te quedas -Mira a todos, nadie tenía levantada la mano- Bien, afuera Gallagher

Aidan: -Se da la vuelta para salir-

T/n: ¡Yo no la dedique!

Mario: -Mira a la chica que se levanto de su asiento- ¿Sáenz?

T/n: No tengo a quien dedicarla... Mi compañero se debe de quedar

Mario: -Suspira enojado y mira al chico- A tu lugar

Aidan: -Sonríe victorioso y se va a sentar-

NARRA AIDAN

La tarde caía y yo estaba sentado en una de las bancas que tiene la escuela; mi mirada estaba centrada en un libro, no me gustan las clases, pero si leer, creo que son cosas totalmente diferentes, una lo haces cuando quieres tranquilidad y la otra te obligan a hacerla. Arriba de mi había un faro, el cual se prendió cuando ya no había tanta luz.

Alguien se sentó a mi lado, pero no le tome importancia.

T/n: Hola, Aidan -Sonriendo-

Suspire con pesadez al escuchar su voz.

Aidan: Ahora no, T/n

Ella es T/n, la chica a quien le gustó desde primero de secundaria.

T/n: Sí, perdón

Pense que se iría, pero no, se quedó ahí sentada viendo al frente.

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