Golden Years (𝓡𝓸𝓭𝓸𝓻𝓪𝓱)

Capítulo XXII

Capítulo 22:

La bestia que rogaba por amor en el corazón del mundo.

Parte 1/2

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Como cualquier elemento de la naturaleza en el planeta, supo que estaba vivo cuando nació y sintió el aire en sus pulmones, el rose de la brisa contra su piel, escuchar el sonido en sus oídos y ver la luz que tenía frente a sus ojos.

Pero había un detalle.

Evidentemente había nacido pero nadie acurrió a sus arrullos de cría que era la única forma de comunicación que poseía. No llegaron sus padres o alguien de su especie, al voltear alrededores solo estaba él y el volcán, él y la tierra. Entonces observo como es que en el lugar donde estaba subían más y más humanos con cientos de ofrendas, quienes al verlo se arrodillado, puesto que a sus ojos acababa de nacer un nuevo dios y venían a alabado. Este era especial por que ya no había más, sus padres fueron exterminados hace años por un dragón caído de las estrellas junto a otras de sus deidades que sucumbieron rápidamente ante El uno que era muchos y el gran muto prime, estos titanes los habían protegido y vivido en relativa tranquilidad unos con los otros, es por eso que aunque apenas acaba de nacer ya lo veneraban. Tenían  que cuidar el último milagro, el último demonio de fuego que quedaba.

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Creció, aprendió a volar analizando como lo hacían las demás aves y su técnica de pelea se refinó al defender su territorio en varias ocasiones contra los parásitos que quería pisar su isla.

Sus súbditos que hacían sacrificios en su honor se convirtieron en una parte importante de lo que componía su historia, tanto que aprendió su nombre en el idioma que tenían, supo que lo bautizaron con el nombre de Rodan, el demonio de fuego. El último que quedaba de lo que una vez fue una larga cadena de miles de espectros que gobernaban los cielos.

En varias ocasiones salió a buscar por todo lo que componía el continente y hasta fuera de este, buscando si es que al menos en otros volcanes habían huevos que todavía esperaban en eclosionar pero que estuviera solo hasta el día que lo volvieron a despertar era prueba de que no encontró a nadie allá afuera.

No encontró a alguien que recibiera su amor, que comprendiera su corazón, sus profundas emociones y al no hallar a alguien igual cerró esta parte de su vida. Tener que resignarse que hasta los últimos días de su existencia solo sería él y después de que se fuera ya no quedaría nada, el encargado de la voz de los demonios de fuego una vez muriera arrastraría la historia de su gente a la tumba.

Y era algo que de aterrada, de aterrada morir sin una familia a su lado, por que el propósito que se había propuesto a él en su vida era tener lo que nunca tuvo a su lado. El amor de una familia, la felicidad, el cariño que anhelaba su corazón y creía que solo se le brindaría de esta manera.

Por ello se confundió tanto cuando encontró al extraterrestre y como quedó flechado desde el momento que lo venció en su propio juego. Creía que era una sensación que se esperaba en su especie, tal vez así se conseguía pareja para ellos, después de ser derrotados en una pelea y no sólo eso. Aun si su hipótesis no era correcta eran unos magníficos gladiadores y más aún, unos amantes espléndidos.

Y después paso todo lo que inició su historia de descubrir lo que quería su corazón y lo que de hacia bien a su alma.

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6:49pm

Estaban seguros que el rugido se escuchó por todo el mundo, tal como en que solo un alfa puede dar con la diferencia de que este no era con motivo de que otros recibiera alguna orden. No, este era directamente un llamado de muerte a todos los titanes y en si, a toda forma de vida en la tierra.