Si le hubieran dicho meses atrás que su actor favorito de porno sería su vecino y mejor aún, que lo tendría justamente parado frente a él desnudo devorándolo con la mirada, él probablemente se habría reído frente a ellos por las ridiculeces que decían. Pero joder todo era surrealista, el jamás imagino estar en esa situación y mucho menos enamorarse de Namjoon.
Jin estaba jodido.
Jin es un chico de 27 años con un trabajo estable, con un físico envidiable, que cualquier persona con ojos iría tras él. Pero su físico imponía demasiado y tendía a ser juzgado por él mismo. Nadie se acercaba a él por miedo a ser rechazados y es que un tipo con tal físico solo podía ser un arrogante, engreído y narcisista por naturaleza. Aparte de que los rumores entre sus colegas se extendieron cuando rechazó a un compañero porque este solo quería acostarse con él. El tipo no se tomó bien el rechazo y se puso a difundir una sarta de mentiras sobre él, haciendo que los prejuicios de los demás tuvieran más peso.
Que se jodieran, siempre pensaba el rubio, él encontraría a alguien que no le importara su físico y se diera la oportunidad de conocer la magnífica persona que era.
Lo que nunca pensó es que esa persona sería con la que se masturbaba y con la que tenía sueños húmedos.
A Jin no le venían bien eso de los a costones, él quería entregarse no solo en cuerpo sino también en alma y corazón, por lo que estaba reacio a acostarse con alguien solo por que si. Así que optaba por ver pornografía y masturbarse en la comodidad de su hogar. Pero no veía cualquier porno, no, por supuesto que no. Dejó de ver el porno convencional gay después de la tercera vez porque se le hacía muy soso, para nada lo excitaba, todo se le hacía muy fingido y eso desanimaba a su amiguito.
Un día vagando por el internet encontró una pagina de chicos amateurs, estos se grababan masturbándose o teniendo relaciones sexuales, la mayoría se cubría el rostro, entendía por que podía ser, pues quizá esas personas tenían un vida normal fuera de cámara. Un día cualquiera se encontró con un video de un chico que se estaba masturbando, llamó tanto su atención que se quedo mirándolo.
El chico era moreno con un cuerpo muy bien trabajado, estaba sentado en su cama con el torso descubierto, el pantalón desabrochado y con su longitud de fuera teniendo la atención de su mano que lo acariciaba de arriba hacia abajo con desenfreno. Solo una parte de su rostro se veía por que la cámara estaba posicionada de manera que solo se le viera de la boca hacia abajo.
Lo que más llamó la atención de Jin, aparte de los gemidos y gruñidos que el moreno soltaba fue la censura del video, su miembro se veía borroso impidiendo detallarlo bien y el fondo del lugar donde estaba. Estas dos cosas siempre estaban censuradas en todos su videos y lives que hacía. No entendía por que a pesar de eso el moreno que se hacía llamar Rakivem tenía demasiados seguidores y millones de vistas en sus vídeos. Pero de alguna manera había logrado captar su atención.
Desde entonces siempre estaba presente en los lives que hacía, masturbándose mientras el moreno también lo hacía, viniéndose juntos, imaginando que Rakivem era el que lo tocaba con esas enormes manos, que lo besaba con los apetecibles labios acolchados, que lo penetraba con su magnífico miembro. Aunque no quisiera, el rubio siempre terminaba masturbándose con un dildo que había comprado después de sentir que solo masajear su polla ya no era suficiente. El necesitaba algo dentro de él y con la imagen del pene borroso de Rakivem lo compro para imaginar que era el de el chico de los videos.
Después de muchos meses Rakivem hizo un live un poco distinto, esta vez estaba vestido y por primera vez habló, Jin sintió que se venía con solo escucharlo pues su voz era tan grabe y sexi. Mencionó que por unas semanas estaría fuera de la plataforma pues iba a mudarse, pero que en cuanto se instalará estaría de regreso.
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Sin censura (Namjin) +18 Os.
FanficJin daría todo por poder ver la gran longitud de aquel chico moreno que hace videos caseros masturbándose mientras su miembro aparece en escena borroso dejando a la imaginacion tan suculento manjar. Pero por el regalo que le tiene la vida no solo po...