Capítulo 4 El perdedor

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La celebración terminó tempranito, cuando Josh insistió en llevar a Ginny a su casa, ella se negó rotundamente, quería pasar la noche con él, sabía perfectamente lo que eso significaba.

"mejor te llevo a tu casa, estoy terriblemente cansado", jutificación nada alejada de la realidad, entre el trabajo y la carrerita que tuvo que dar para salvar a Lana, necesitaba un largo descanso.

"entonces por lo menos acepta que vayamos al hospital", ni siquiera tuvo la amabilidad de comentarle la razón por la cual llevaba una venda en su mano, aunque, ella consiguió enterarse de lo ocurrido.

"estoy bien", añoraba estar solo y ella no cooperaba.

"te diré algo, Josh", comenzó con un tono serio, "te perdonaré que me estés rechazando porque nuestro cansancio no me permite insistirte más, pero pronto seré tu esposa y tienes que cumplir con tus obligaciones conmigo", advertencia vacía porque a él no le importaban sus berrinches.

"llegamos", la casa de Ginny evitó que la conversación continuara su curso.

"la próxima vez que te interpongas entre la rama de un árbol para salvarle la vida a Lana Parrilla, exijo saberlo", abrió la puerta, salió del auto y dio tal portazo demostrando su furia.

Consternado por la actitud de su prometida, aceleró el auto y manejó sin rumbo por las calles de Vancouver, su mente lo llevó a pensar en cómo era su vida por no haber dicho la verdad, por no haberse puesto los panatalones de hombre y enfrentarse a su madre para que no gobernara su vida como cuando era un adolescente, pero eso no era lo peor, ahora tendría que vivir sabiendo que cada noche otra persona dormiría en brazos de Lana, haciéndola una mujer inmensamente feliz mientras que él era solo el perdedor quien no supo valorarla cuando tuvo la oportunidad y ahora se sentía como un alma en pena, sintiendo los reclamos de su corazón sin poder hacer nada para remediar la situación, por eso, tendría que asumir su nueva realidad.

Llegó a su casa, se dio un baño caliente, preparó la cama y se acostó para intentar dormir, solo que no pudo, entonces, prendió la televisión, quizás lo ayudaría a relajarse, resultó todo lo contrario, pasando los canales se encontró con un musical del popular grupo Aventura y por supuesto, su tan exitosa canción El Perdedor no podía faltar, el universo estaba en su contra, no pasó desapercibido el hecho de que la letra de la canción lo describía a la perfección, la tristeza extrema lo consumió y sin darse cuenta, se quedó profundamente dormido.

La mañana siguiente, al abrir los ojos, prometió ser fuerte, la vida seguía y él debía elegir vivir de la major manera, desayunó y manejó hasta el set de filmación.

"gracias por traerme", agradeció Lana, Fred insistió tanto que no pudo reistirse.

"mientras dure mi estancia aquí pretendo tratarte como a una verdadera dama, lo menos que puedo hacer es traerte al trabajo en las mañanas y recogerte en las tardes", explicó dándole un tierno beso en los labios.

"en ese caso...", el beso de Fred impidió que su intervención continuara.

"entonces hasta la tarde", quiso despedirse, la llegada de uno de sus compañeros distrajo su atención, "buenos días Príncipe Encantador", Josh llevaba algunos minutos viendo toda la escena desde su auto, pero cuando decidió bajarse para entrar, Fred lo interceptó.

"buenos días", correspondió con la misma educación.

"a ver si tú me das la razón, ¿no es cierto que un caballero debe hacer todo por la mujer que ama?", los ojos de Josh se desviaron hasta Lana involuntariamente, respondió para no levantar sospechas.

"todo y mucho más, el objetivo es demostrarle lo importante que son para nosotros y que daríamos la vida por protegerlas de cualquier peligro", la emoción de sus palabras enajenaron a Fred.

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