Prologo

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James

-No te puedes ir Alice- le dije mirándola a los ojos- se que no me odias, se que no lo haces. Podemos intentarlo de nuevo, solo tu y yo.-

-No, no te odio. Te amo,-dijo viéndome a los ojos, y en ese momento la esperanza creció en mi-  pero no me busques más, porque por mucho que te ame, soy consiente de el daño que me haces. Y no me voy a destruir de esa manera, nunca más. -termino de hablar haciendo que la esperanza culminara así de rápido como surgió-

Ella dio media vuelta y se fue. No podía culparla, se como la hice sentir, se todo lo que tuvo que pasar. Pero no puedo dejarla ir, la necesito tanto como el aire, y se que no esta bien aferrarte a algo, pero, ella se mantuvo conmigo a pesar de todo lo que la hice pasar, y eso es lo que hacen las personas que tampoco quieren dejarte ir, y tal vez ella ya no me quiera, tal vez me quiere ver 3 metros bajo tierra, pero yo si la quiero. 

Y es un cliché eso de que si amas algo debes dejarlo ir, porque se que ese dejarlo ir significa dejar a la persona ser feliz, sin ti. Y esa es la parte que odiaba, que ella fuera tan feliz sin mi, que sintiera la felicidad con otra persona. Felicidad que yo no le pude dar.

Y ahora camino solo por la calle, ya no hay una mano abrazando la mía, ni un brazo alrededor de mi cintura. Ahora solo somos mis lagrimas y yo. Y ahora se como se sintió ella, y ahora se cuanto duele su atención.

Her AttentionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora