Desconocidos

Capitulo 2. Quédate

Entran a la habitación sin hacer ruido, al encerrarse, se escuchaba otra puerta abrirse, pasos alejados se vuelven más fuertes la tensión qué hay entre estos dos, se interrumpe tras una visita inesperada, Nick sale de la habitación para recibir a su compañero de cuarto para que no sospeche nada, dejando sola a Jessa.

JESSA
El cuarto estaba helado sin su calor sentía frío, estoy enojada por lo que hizo me dejó sola, alborotada y caliente, no podría dejar de pensar en cómo me tocaba cómo hacía que todo mi cuerpo se estremeciera me hacía sentir viva, me senté en la cama abriéndome de piernas me empecé a tocar a imaginarme en cómo me hacía sentir sus manos dentro de mi cuerpo como se podría sentir su miembro dentro mío en cómo gemiría mi nombre mientras lo hacíamos en distintas formas y maneras de decir cuando lo quería dentro.

Nick. Nick. Nick.

Escucho un ruido de una puerta abrirse, allí estaba él, su cuerpo estaba descubierto corrí hacia el saltándole encima, agarrando su miembro y ponerlo dentro, se sentía tan bien. Estás apretada, murmuro.

Me acosto dejándome recostar mi espalda en la cama mis manos agarraban las sábanas esperando a ser follada lo que tanto había esperado, me follo suavemente, como sino quisiera que terminara tan rápido, la puerta se abrió, su amigo abría entrado, había olvidado cual fue la razón por la cual no me habían cogido. Entra quitándose la ropa dejando solo sus bóxers, Nick se separó de mi, esperaba que continuara sin que le importara pero no fue así camino hasta su amigo y lo beso frente a mi esto se estaba volviendo un trío, me levante y le baje los bóxers chupando su miembro queriendo la atención de ambos, lambiendo de ambos lados, sentí una presión en mi cabeza, estaba haciendo que lo metiera en mi garganta chupando mas rápido cuando termino lo echo todo a mi boca casi me ahogo.

Cedrick me besó, sentí el cuerpo de Nick contra mi.

-Cogeme.

Me pone contra la pared dejándome de espaldas, metió sus dedos en mi trasero intentando que no estuviera apretado, te pondré un lubricante ¿está bien?, asentí, se sentía frió pero cuando metió su miembro en mi, se sintió extraño era nuevo para mi me dolía pero me fui acostumbrando se movía despacio, después lo hizo más rápido haciéndome gemir y decir su nombre.

Nick.
Nick.
Nick.
Hazlo, otra ves.

Cedrick se nos quedaba viendo, yo me sentía tan bien que quería experimentar más. Quería mucho más.
-Cedrick, puedes puedes follarme si quieres dije entre jadeos.

Fue acercándose a gatas hacia a mi, llegando a mi parte baja, lambía y mordía mis muslos aunque eran delgados sentirlas húmedas me ponía cachonda llegando a mi intimidad, metió su lengua en mi haciendo que me estremezca sintiendo un gran placer por haber aceptado.

Nick empujaba más duro en mi, dejándose venir, moviéndome más, Cedrick también lo hacía más rápido , puse mi mano en su cabeza para que se sintiera todavía mejor de cómo lo hacía. Me sentía poderosa tener a dos hombres excitados por mi y que ambos me hicieran sentir llena.

Estaba por venirme pero no quería dejarlo aquí. Me puse de rodillas encima de Cedrick, agarre su pene poniéndolo con cuidado en mi entrada me movía lo suficiente se sentía tan bien sentirlo cada ves más dentro, sus manos estaban en mis caderas moviéndome para que fuera más satisfactorio lo fue haciendo rápido y más rápido.

Nick me beso mientras era follada por su compañero de cuarto no podría creer que esto está sucediendo, me moví más rápido para mi propia satisfacción.

Ya puedes gemir sin taparte la boca.
Jessa.

Una voz me hablaba se escuchaba que era la voz de Nick. Mierda. Me toque pensando en un momento exótico no fue real.

-¿Que has estado haciendo sin mi?

Estaba avergonzada no sabía que esta era mi verdadera realidad, me habían dejado sola y como ya estaba demasiado caliente decidí y fantasear. Cerré las piernas.

Mierda. Dije de nuevo.

NICK.

Al dejar a Jessa en mi habitación, comencé a vestirme o al menos eso era lo que intentaba pobre Jessa el calentón se estaba poniendo bueno. Mierda Cedrick tenías que aparecer ahora.

-Hey, qué tal ¿qué haces aquí?
-Había olvidado unas cosas, ¿y tú?
-Lo mismo

Se va a otro lado del departamento, volvió enseguida.

-Listo era todo bye

Enserio volvió por unas cosas tan estupidas mientras yo la estaba pasando tan bien con Jessa.

Jessa.

Pienso en aquella chica que desconocida que había conocido en un bar hace unas horas observándola de lejos viendo como se veía en ese hermoso vestido tan justo a su medida, en esa bonita sonrisa con hoyuelos esos ojos que se hacen chiquitos cuando ríe. Y en lo bien que se ve gimiendo mientras le meto mano.

Mierda. Jessa. Apurado a mi cuarto cuando encuentro a Jessa tapándose la boca gimiendo

- Ya puedes gemir sin taparte la boca

Ella reacciona se veía avergonzada me dio ternura verla así como una niñita avergonzada.

-¿Que has estado haciendo sin mi?

Cierra las piernas.—¿Quieres hablar?—, me niega apartando la mirada. Mira esto es normal no tienes porque avergonzarte alguna ves nos han encontrado como por ejemplo nuestros padres, me mira saliendo de ella una sonrisa pequeña pero burlona, si así me gusta verte sonreír me acerco lentamente hasta quedar acostado a mi cama volteando hacia ella.
-¿Tus padres te encontraron?
-Digamos que solo mentí para que me voltearas a ver
-Trampoco
-¿Quieres que te preste algo más cómodo ese vestido debe de hartarte no?
-Si porfavor

Me paro para darle una de mis camisas más grandes son muy cómodas, cuando se la puso se veía tan sexy, se veía incluso mejor que con su vestido.
-Te ves bien
-Gracias, ¿Crees que pueda quedarme aquí? Es muy tarde y no creo poder conducir hasta donde vivo.
-Si claro dormiré en el sillón
-No, está bien quédate.

Quédate.

Una palabra tan simple, tanto que decir. Me dormí con ella. Abrazados como si fuéramos algo más que solo un revolcón que por cierto no lo hubo.

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Bueno, bueno ¿a quien no le gusta imaginar un poco al fin escribí el segundo capítulo no me llegaba la inspiración pero ya llegó aquí se los dejo