𝙲𝙾𝚂𝙰𝚂 𝙳𝙴 𝙳𝙸𝚅𝙾𝚁𝙲𝙸𝙾

𝙴𝙽𝙲𝚄𝙴𝙽𝚃𝚁𝙾

Se siente harto de la vida, ¿y qué mejor lugar para olvidarte del mundo que un bar?

Entra al bar que visitaba regularmente antes de DaeHyun, junto a aquel Alfa del que ya no quiere saber nada.

Entra y se dirige a la barra, pasando entre las personas bailando o pasando el rato con sus amistades. Se sienta, y le pide al bartender una botella de soju.

A unos metros de ahí, cierto Alfa logra percibir el dulce aroma de aquel Omega, por lo que rápidamente voltea.

—Vaya, incluso venimos al mismo lugar para desahogarte de los problemas. —bromea, llamando la atención del más bajo, quien lo mira.

JungKook se acerca, no recibiendo ningún reproche.

—¿Puedo preguntar que te trae por aquí?

—Supongo que lo mismo que a ti. —ambos suspiran, se conocen tan bien que no requieren de palabras.

Se ponen a beber juntos, moviéndose de vez en cuando al ritmo de las canciones que suenan.

Pasan las horas, se acaban las botellas, se siguen sirviendo y sirviendo tragos. JungKook está un poco más ebrio que Jin, pues ha ingerido más alcohol que el otro. Debido a su estado más inconsciente, es el primero en soltar verdades sin filtro.

—Jamás dejé de amarte, solo lo decía para creérmela, pero por más que quise, jamás fui capaz de sacarte de mi mente. —lo mira, diciendo sus palabras sin una pizca de titubeos.

Jin no sabe que responder. ¿Lo ignora? ¿Le dice que él se siente igual? ¿Qué? ¿Qué debería hacer?

—Lisa me dejo y la comprendo; yo tampoco estaría con alguien que solo se la pasa hablando de su ex. —le da el último trago de la botella de soju. —Ahora sé que no podrá recuperarte, incluso pienso que debería alejarme para siempre, los niños no merecen la mierda de padre que soy; digo, me he perdido todos sus eventos solo por cobarde, soy un desastre...

Toma torpemente su chaqueta y se la cuelga al hombro, mira por última vez al Omega que mantiene su vista fija e él y se acerca para darle un pequeño beso en la mejilla.

—Tú me ayudabas, contigo mi vida al menos tenía un sentido, me disté hijos hermosos, una familia que no tuve oportunidad de gozar, te debo años de felicidad y aun así sigues sin cobrarme. —esperaba cualquier tipo de reacción, menos ser jalado de la camisa para juntar sus labios con los contrarios. Corresponde sin pensarlo, tomando entre sus brazos aquel cuerpo que tanto extrañó.

No sabe cómo, o por qué, pero cuando su cerebro reacciona, se halla en el sillón de su antigua casa, con Jin debajo suyo, dejando besos por todo su largo cuello.

—E-espera.... —separa al bajo de su cuello, quien se nota desesperado por mas contacto. —¿Y los niños?

Jin rodea el cuello del más alto con sus brazos, atrayendo más ese rostro tan atractivo que le sigue robando suspiros.

—Están con mi hermano. —responde cortamente, pues vuelve a besar los finos labios del otro con hambre.

Poco a poco las prendas son esparcidas por toda la sala.

Hay Jin, nunca aprendes -_- pero así es el amor, besties^^

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