Como lo podía olvidar, el peruano de la reunión de peruanos que provenían de Perú. Peruanos. Dios, que grandes los peruanos. Menos este, por supuesto. Este no era un buen peruano. Peruanos. La concha de sus madres. Frente al obelisco, ese hombre había tenido el atrevimiento de pedirle su número pero Gaspi, sin vergüenza, lo rechazó.—No me digas que esto es porque no te quise dar mi número BOLUDAAAAA— dice Gaspi sorprendido.
—Sí, es por eso. Cuando te vi me pareciste el hombre más hermoso de mi vida, sabía que seríamos el uno para el otro. Con esos ojos azules y esa carne argentina sin probar.... Delicioso
—Ahhh vos sos alto violín pero mal cheeeee
—Cuando me rechazaste sentí como si el alma se me partiera en pedazos, tenía que venir a buscarte. Pero después me di cuenta que estabas con el pelado ese... Solo había una cosa por hacer.
El hombre le saca el seguro al arma, y Gaspi siente cómo sus ojos se cristalizan del miedo. —Nooo no me mates, por favor, tengo mucho por vivir!!
—Si no es conmigo, entonces no vale la pena— dice el peruano dios mío que estoy haciendo de mi vida
Gaspi cierra los ojos desesperanzado, solo le quedaba esperar la muerte. ¿Iría al cielo o al infierno? Eso dependía de cada uno, viste, porque si el INADI fuera el que decidiera eso tonces al cielo no iría un carajo
—ALÉJATE DE MI HOMBREEEEEE— se escucha una voz familiar, volviéndose poco a poco más fuerte. Gaspi abre los ojos y se gira a su izquierda. Era el gordo del pancho. Gaspi no lo podía creer.
El gordo corre hacia el peruano y da una vuelta carnero, pero empieza a rodar como un barril, derribando al hombre como si de un juego de bolos se tratase. Pero en vez de bolos es un peruano, y en vez de una bola, un gordo.
El gordo empieza a sacar panchos de sus bolsillos, lanzándoselos al hombre, haciendo que esté caiga de culo. Gaspi agarra uno y con un ESCRUPI se lo lanza. —Por violín de mierda, que tengo 18 años carajo
—Foaaa, tenes 18?— dice el gordo
—Por qué no te vas a la concha de tu madre
El gordo agarra a gaspi del brazo, tirándolo atrás suyo, dejándolo bajo la protección de su ancha panza. Sigue tirándole panchos al peruano, hasta que este queda casi inmóvil.
—No amigo, lo mataste!— dice Gaspi sorprendido. —Vas a ir en cana, BOLUDAAA
—Yo voy al infierno y vuelvo por vos, hermoso— dice el gordo comiéndose un pancho.
Gaspi no podía creerlo, el gordo realmente había tirado su vida a la basura y soltado sus panchos solo por salvarlo; por primera vez, en todos sus años de vida, se sentía amado.
—¿Ahora me ves digno de tu amor?— dice el gordo, agarrándole de las manos con las suyas, que tenían mostaza y aceite.
Gaspi se queda en silencio unos segundos, mirándolo a los ojos. —Sí, gordo. Sí.
El gordo y Gaspi se acercan lentamente, el olor a mostaza y cigarrillo de sus alientos mezclándose en un aroma perfecto, el aroma del amor (boEEEE), sus labios rozan, y ambos sonríen con pasión. Gaspi está apunto de decir algo, cuando...
PUUUM
Gaspi abre los ojos, sintiendo un dolor punzante en su abdomen bajo. Sangre empieza a salir de ahí. El más joven mira al gordo, y después al peruano, que está parado, apuntándole con el arma que ahora largaba humo de su cañón. —Vos no estabas muer...
Pero antes de terminar la oración, el gordo se gira al peruano y grita
—PERUANO DEL ORTO ESO NO ERA PARTE DEL PLAN!
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Gaspi x El Gordo del Pancho
FanfictionUna noche muy FIUMBA, donde el gordo hace lo que sea para demostrarle a Gaspi que no le tiene que temer a su amor. Una historia con mucho drama, tristeza, y romance.