𝐦𝐞𝐨𝐰/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ

♡ ¡gatito!

Seungmin quería un gatito, nunca había querido con tantas ganas tener a un lindo minino en sus brazos como ahora.

Se sentía tan solo en la nueva casa, especialmente en su cuarto. Ya no habían conversaciones nocturnas ni chistes entre los compañeros de cuarto ¿De qué iba hablar con Felix o Jeongin? Es decir, lo hacía todo el tiempo sin ningún problema, pero extrañaba las conversaciones profundas y serias que tenía con un compañero específico: Hyunjin.

También extrañaba a Changbin, por difícil de creer, incluso a Han. Por otro lado, la mayoría de ellos había encontrado algo en lo que enfocarse solos, Minho había comenzado a cocinar y cuidar plantas, Felix estaba esforzándose en ser un mejor pastelero y Jeongin se distraía jugando vídeojuegos, hasta había comprado un equipo nuevo para jugar con Felix. En cambio Seungmin estaba a la deriva, le gustaba cantar pero era diferente hacerlo solo, también le agradaba la cocina pero cuando parecía agarrarle el ritmo las cosas se le quemaban o simplemente no funcionaba, así que se rindió.

—Hey—se giró a la puerta, Jeongin le miraba con una sonrisa—Hyunjin me llamó y preguntó si queríamos ir a caminar con Changbin y con él, hoy es la primera nevada.

—Ah—se le había olvidado esa parte, siempre que nevaba Hyunjin y Jeongin paseaban. Miró el techo deprimido, no quería incomodar, pero los extrañaba—¿Changbin? Qué raro, no le gusta salir en invierno.

—Según lo que me dijo es que quiere sacarse unas fotos en la nieve—Seungmin se levantó, por supuesto que quería algo—¿Vienes?

—Sí, deja ponerme algo más encima.

Seungmin se vistió con paciencia, no olvidándose de ponerse doble capa de ropa para no congelarse los huesos. Se entusiasmó, si pretendía que al terminar el paseo todos volvían al mismo lugar no le causaría ese sentimiento de soledad, fingir era lo mejor para obligarse a sentirse acompañado, aunque no fuera el caso. Se arregló el cabello al espejo nervioso, el volver al negro había sido una discusión que tomó de un día a otro, quizá debería aclararlo al volver de vacaciones.

—¡Seungmin!—suspiró ante los gritos irrespetuosos de Jeongin, lo dejaría pasar esa vez.

—Vamos.

🐈

Seungmin se quejó riendo, los abrazos de Changbin le impedían respirar, era como si quisiera cortarlo por la mitad.

—Mocoso—le dijo soltando un lloriqueo ruidoso—No me llamaste ayer.

—Se me olvidó, lo siento—se separaron riendo, Seungmin había extrañado lo cálido que era su hermano mayor favorito. Se volteó para saludar a Hyunjin, que esperaba por detrás listo para tomarlo de los hombros y chocarlo contra su pecho.

Seungmin permitió que Hyunjin los acomodara bien en el abrazo, como siempre. No le importaba mucho cuánto Hyunjin lo tocara repentinamente, o lo mucho que lo hacía, no le molestaba recibir el afecto corporal de su amigo.

—Te extraño mucho—susurró cerca de oído, aún sin soltarlo.

—Me estás viendo.

—Te extraño de todas maneras, no es suficiente—Seungmin lo sabía, entre todos con los que más compartía era con Minho y Hyunjin debido a los dormitorios, pero Hyunjin era...era Hyunjin, y por ende diferente. Siempre lo era.

—¿A dónde vamos primero?—interrumpió el menor emocionado, observando el camino repleto de una nieve ligera—Quiero llegar a la cafetería que está en la esquina, frente a la gua-