El estruendo que Emma provocó dejando su mochila en el banco que estaba a mi izquierda me despertó, haciendo que me levantara de golpe.
-Deja de babear, fea. –me dijo riendo. Puta. No entiendo cómo está de buen humor a esta hora, digo, yo no soy una caradeculo pero digamos que a las 7:36 de la mañana no tenía muy buena cara.
Levanté la cara de la mesa que estaba ubicada justo en el medio del salón. Por cierto, estábamos en el colegio. Yo había llegado hace media hora y me dormí esperando que Emma llegara (tarde, como siempre). Aunque no me quejo de sus horarios, yo solo llego temprano para seguir durmiendo, mientras todos están formados como niños obedientes en el patio, dando los buenos días, junto a todo el colegio.
¿Tanto buen humor van a tener? Me estresan.
-¿Cómo estás querida mia? –le pregunté a Emma despabilándome y bostezando, el comentario hizo que mi amiga riera un poco.
-Feliz –contestó –¡No puedo creer que ayer en la estuvimos en el Meet & Greet de 5sos!
-Ems, ni siquiera los vimos –le dije riendo un poco, recostándome en la silla y poniendo ambos pies sobre la mesa
-Wathever, igual estuvimos ahí –reí por como mi amiga, al igual que yo hacía a veces, mezclaba el inglés con el español. Cosa de Fangirls, supongo.
-Como digas. –estaba concentrada en mirar mis uñas pintadas de negro, hasta que la presencia de Hayley y Jane me interrumpieron, haciendo que alce la vista.
-Hola, rubia –me saludó Hayley, sentándose en la mesa que estaba delante mio, mientras que Jane se sentaba a su lado y me saludaba con un movimiento de cabeza, hizo lo mismo con Emma. Ambas se sentaron en sentido contrario a la silla, mirando hacia atrás. Hayley le guiñó un ojo a Emma y ella le devolvió el gesto.
Saludamos de una manera tan normal.
Jane y Hayley son buenas amigas, muy buenas amigas. Digamos que si las pondría en una “escala de amistad” estaría Emma en primer lugar, Hayley en segundo y Jane en tercero. Son las mejores idiotas, digo amigas, que podría pedir… Por más cursi que suene, así es.
Lo gracioso era que si alguien estuviera mirando está situación se reiría de cómo estamos las cuatro mascando chicle, la forma en la que las cuatro estábamos sentadas y como las cuatro somos iguales a simple vista. Pero claro, con distintos colores de pelo, y distintas caras, y distintas edades. (Hayley, 15. Yo, 15. Jane, 16. Y Emma, 17)
Todos los demás del curso, incluyendo a nuestros amigos, entraron al curso y luego una de las ayudantes del director (preceptora) entró para avisarnos que la profesora de Física se había tomado el día. Punto para Alaska. Ahora si estoy de buen humor.
-¿Qué onda, niños? –saludé a los chicos en general, caminando hasta su mesa junto con las demás. Wes, JJ (Jonah Jeremaya), Damien y Theo, ellos estaban ubicados en el fondo del salón, en el único asiento donde entran cuatro personas. Connor, otro amigo -no tan amigo- nuestro, se sentaba delante de los otros cuatro, con su amigo Aaron.
-No mucho, lo de siempre, llegamos tarde por jugar al Call of Duty hasta las cuatro de la mañana, ¿Qué onda con ustedes? –no me había percatado lo despeinado que estaba Wes esa mañana, y lo cansada que sonaba su voz. Maldito adicto a los videojuegos. Mis tres amigas contaron cosas como: “ayer no dormí nada, tuve que hacer el puto trabajo de Geografía”, “anoche estuve como una gorda fan imprimiendo fotos del concierto de 5sos, las cuales planeo pegar en mi pared”, “yo me dormí temprano, ya saben, niña aplicada”.
-Good girls are bad girls, wat never become –bromeó Connor, sumándose de repente a la conversación, haciendo que todos se rieran. (Con esa frase se refería a lo que Jane dijo: niña aplicada. Eso es lo que la gente piensa de ella, gente que no la conoce realmente, pero no es así. Es la peor “bad girl” de las cuatro.)
