Parte Única

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Mark vuelve a repasar las preguntas en su cabeza, revisándolas repetidamente para asegurarse de que no ha cometido ningún error. Probablemente hubo algunos en los que cometió errores estúpidos, una nota incorrecta aquí o una clave mal identificada allá, pero en general cree que lo hizo bien, o al menos eso espera.

Incluso si se dice a sí mismo que lo hizo perfectamente en sus exámenes, todavía no puede evitar la ansiedad que lo aplasta cada día que no se publican las calificaciones. Él sabe que tampoco saldrán pronto: el último de sus compañeros terminó sus evaluaciones hace un par de días y su examen final fue ayer. Por lo general, se necesitan una semana o dos para obtener los resultados, por lo que no tiene sentido caminar y preocuparse en este momento, pero la ansiedad no tiene ni pies ni cabeza.

Las vibraciones recorren el muslo izquierdo de Mark y casi se sale de su piel. Metiendo la mano en su bolsillo, saca su teléfono e inmediatamente responde. La única persona cuyas llamadas omiten el modo no molestar en su teléfono es Taeyong.

—Holaa~—. La dulce y burbujeante voz de Taeyong suena a través del altavoz de su teléfono y Mark siente que su estado de ánimo se aligera un poco al instante.

—Hola, Yongie—, responde Mark sonriendo.

—Así queeee, como la temporada de exámenes ha terminado oficialmente, he pensado que quizá te gustaría venir a bailar conmigo un rato—. dice Taeyong alegremente.

—Amigo, ¿acabas de terminar los exámenes y ya quieres bailar más? Nunca te cansas de ello, ¿verdad?—. Mark se ríe.

—¡No! Ni siquiera los terrores de los exámenes académicos pueden acabar con mi amor por la danza—, ríe Taeyong.

—De todos modos, ¿es un sí o un no? Por favor ten en cuenta que si dices que no, estaré en la puerta de tu apartamento sacándote de la cama para que vengas a bailar de todos modos.

La amenaza de Taeyong es como el resto de él, suave, dulce y cien por ciento genuina. Mark suspira dramáticamente.

—Esta bien, iré al estudio—, gime Mark sin entusiasmo.

—¡No es necesario! ¡Ya casi estoy en tu apartamento!—. dice Taeyong antes de colgar.

Mark se asoma por la ventana y ve a su adorable novio mirando hacia el edificio. Mark se ríe y se pone a trabajar. Está bastante seguro de que establece un récord mundial con la rapidez con que se cambia y se pone presentable. Agarra las llaves, la botella de agua y una barra energética, luego sale por la puerta.

*

Taeyong lo guía por los pasillos del edificio deportivo del que no sabe el nombre. Realmente no necesita que Taeyong le muestre cómo llegar al estudio de baile, pero no se quejará de que el chico más bonito del mundo le tome de la mano.

Atraviesan los pasillos hasta que Mark puede ver el estudio, pero no se detienen en la odiosa puerta verde por la que suelen entrar, sino que Taeyong lo arrastra más allá del pasillo.

—Espera, ¿no es ese el estudio?—,pregunta Mark.

—Ese es el estudio general, hace tiempo robé el código del estudio privado, así que he estado yendo allí a practicar para los exámenes, ya que sólo se usa los martes—, ríe Taeyong.

Mark tararea mientras llegan a un conjunto similar de puertas verdes. Taeyong suelta la mano para clavar el pasador de la puerta y  el corazón de Mark se marchita un poco por la perdida de contacto.

Taeyong empuja la puerta y enciende las luces. Las paredes son de un verde chillón y el suelo es de un extraño material gris elástico. Pero, por lo demás, es como un estudio cualquiera, con un pequeño altavoz de mierda en la esquina. Mark deja sus cosas junto al altavoz mientras Taeyong conecta su teléfono.

Vamos a calentarnos y a sudar - MarkyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora