Senku & Kohaku

Fiesta Navideña

Varios años después de que la amenaza del WHYman fuera resuelta, las festividades resurgieron en todo su esplendor, lo cual no era algo negativo, pero tampoco era exactamente bueno. Porque el problema no eran las festividades en sí, sino las vueltas que daban en su significado gracias al consumismo. Así pues, gracias también al resurgimiento de los sindicatos, Senku, como líder de su propia empresa, se veía acorralado y obligado a brindar celebraciones por fechas como San Valentín o, como era el caso ahora mismo, por Navidad.

De esta forma, aparte de ocuparse de problemas de suma importancia como la importación de computadoras portátiles provenientes de Estados Unidos, también debía encargarse de algo tan banal como asegurarse de que Gen no se gastara todo el capital de la empresa en una fiesta navideña demasiado ostentosa. Había mucho trabajo por hacer para restablecer Japón en todo su esplendor, pero el mentalista —y el sindicato también — insistía en que una reunión de este tipo alentaría a los empleados y les daría más motivaciones.

Definitivamente todo era más fácil cuando tenían un mega objetivo común y nadie ponía objeciones al trabajar.

—Aunque el despilfarrador de Ryusui no vaya a cobrarnos por usar su dichoso hotel para la fiesta, no me parece que "poner muérdago en cada pared del lugar" sea un punto verdaderamente esencial —explicó el peliverde observando a su amigo con una vena resaltando en la frente —. ¿No pudiste pensar en una tradición un poco menos cliché?

—¡Eres cruel, Senku-chan~! —Como no podía ser de otra manera, Gen reaccionó dramáticamente ante el regaño, pero no tuvo oportunidad de objetar ya que Senku continuó con su sermón.

—¿Y por qué demonios es obligatorio llevar pareja? No seas ridículo. Para empezar —Alzó un dedo para reforzar su punto —, nuestros trabajadores casados tienen a sus parejas trabajando en otras empresas, las cuales gracias al discurso de Ryusui también querrán hacer su propia fiesta navideña. —Alzó otro dedo —. Segundo: aquellos que no consigan acompañante ni siquiera van a querer asomarse por el lugar a menos que tengan una autoestima tan alta como tú o que les dé absolutamente igual como a mí; estas dos cosas van ligadas al punto más importante. —Gen suspiró cuando Senku mostró un tercer dedo —. Por último, y muchísimo más importante: ya sea que decidan asistir al evento de otra empresa con sus respectivos cónyuges, o que no asistan al no encontrar acompañante, significaría un desperdicio en el dinero que se invierta en comida y otros elementos. Estamos bien posicionados, pero eso no significa que me encante la idea de botar el dinero.

—Debo recordarte, Senku-chan que uno de los lemas de la empresa el último año, ha sido "la familia", y para representarlo ¿qué mejor que asistir con alguna hermosa acompañante? —Inquirió el mentalista en tomo cantarino.

Senku comenzó a resignarse luego de sopesar que tal vez llegar con alguien no sólo favorecería a la empresa, sino que podría ayudar a dejar de ser tan acosado por sus fanáticas e inclusive fanáticos que trataban de conquistarlo al verlo solo por la vida. Suspiró resignándose; aún si "familia" y "acompañante" sonaban solamente como una excusa para la diversión del mentalista.

—Supongo que no tengo opción. Tampoco quiero gastar en modificaciones de último minuto ahora que ya imprimiste esto. Respecto al resto de detalles de la fiesta no tengo mayor inconveniente.

Senku masajeó el puente de su nariz en lo que Gen esbozaba una sonrisa perversa y se iba. Llamó a Yuzuriha para pedirle que le envíe su traje a su casa, además de preguntar si podía elaborar un vestido con ciertas características especiales. Sabía que la mejor diseñadora de moda tenía mucho trabajo, pero ella nunca le decía que no; además debía reconocer que tenía una idea muy clara de cómo deseaba ver a cierta leona, y debido a las circunstancias nadie sospecharía que ese vestido sería su deseo personal.