PROLOGO

94 4 6
                                    


        Cúmulo de Minos , en el borde exterior ....

         - Entramos en la atmósfera - informa el piloto a través de la megafonía interna .

          El mensaje para el joven Varus le suena a música para sus oídos  . Sentado en uno de los sillones estándar , acaricia con impaciencia el mango de su espada láser .
         Su corazón arde en deseos de entrar en combate y matar a un jedi . Lo anhela . Lo necesita . No solo para probarse a si mismo , sino para demostrar a su mentor que es digno de convertirse en un Lord Sith .
        Sobretodo después de haber cometido un gravísimo error , el la Academia Sith de Dromund Kaas , que le ha hecho caer en desgracia ante los ojos  de su maestro . Enamorarse .
         Al pensar en ello , más se enfurece con ella y también consigo mismo . Con ella por haberle seducido , para conseguir ventaja sobre él y otros alumnos de la Academia Sith .
        Con el mismo , porque aún a pesar de su traición ,  sabe que en su interior , aún la ama .
        < ¡ Basta ya ! Te trato como a un simple muñeco , una pieza de Dejarik en su juego . No merece tú amor > se reprende a si mismo .
         Instantes después , se notan unos movimientos bruscos en el interior de la lanzadera y ruidos en el casco de fuera .
         Alza la cabeza y entonces nota en la Fuerza , el nerviosismo creciente entre los soldados del Imperio Sith . Varus usa la Fuerza  para percibir las mentes del piloto y del copiloto de la lanzadera de asalto imperial .
       Puede percibir la tranquilidad de ambos , mientras pilotando la lanzadera y la llevan en una trayectoria descendente .
         Vuelve la mirada hacia los soldados de la infantería pesada imperial .  Sus armaduras negras con  unas rayas rojas distintivas del batallón al que pertenecen como unidad , apenas se aprecia en la bodega de carga , iluminada de forma tenue por unas luces de posición .
        Al tocar sus mentes , se da cuenta que el nerviosismo de los soldados , es producido por la sensación de impotencia ante la posibilidad de ser atacados en el trayecto  y no poder devolver los disparos . Da igual que estén en una lanzadera de asalto que ofrece cierta protección con su blindaje y escudos . La sensación sigue ahí , junto con los nervios de entrar en inminente combate .

        - Son turbulencias - dice Varus en voz alta .

        Para su sorpresa , esa simple explicación provoca un efecto relajante en la tropa . Estos se ponen a revisar su equipo de combate , por última vez , antes de entrar en combate .
        Si le hubiera oído su maestro Darth Chatris , habría chasqueado la lengua con desaprobación y  le habría dicho , que absorbiera ese miedo como una esponja , para alimentar sus poderes en el Lado Oscuro .

       - Nada como la guerra para aumentar la oscuridad , y por tanto el poder .

         Sin embargo , Varus se siente satisfecho . Pues acaba de descubrir , no sin sorpresa , que esas simples palabras han provocado un sutil cambio en los soldados bajo su mando . Al principio le habian visto con la desconfianza y el malestar de ir a la guerra , liderados por un mocoso , por muy guerrero Sith que se sintiera .
         Pero ahora , sienten que pueden confiar en él . < Con unas simples palabras de aliento , he provocado un vínculo que puede llevar a lealtad , en estos hombres para conmigo . ¡ Qué interesante ! ¿ Será este el secreto de Darth Malgus ? > piensa Varus .
 
          Por curiosidad , y por hacer tiempo hasta que la lanzadera aterricé , busca en las mentes de los hombres que están bajo su mando , sus pensamientos . 
        Quiere saber , en que piensan.
Cuando lo hace con el primero , la realidad le golpea con fuerza . Descubre con sorpresa , una mezcolanza de emociones , que van desde el orgullo por ser un soldado del Imperio Sith , al miedo , unido a amor . El hombre , un veterano con veinte años de servicio , tiene miedo de morir en la batalla y no volver a ver a sus seres queridos , su mujer e hijos .
Y en ese miedo , provocado por el amor , encuentra la fortaleza para luchar y sobrevivir .
          Mira a otro hombre , y aunque no puede verle el rostro oculto por la placa facial del casco puede percibir que es joven .
        Este piensa en sus padres , y siente el mismo miedo que el veterano , mezclado con la emoción de ser su primera batalla
         Una emoción que Varus es capaz de comprender , pues es la misma que el tiene .
         En cierta forma , todos estos sentimientos le desconciertan . Después de la traición de Q'ira , su maestro Darth Chatris le había dado una lección , después de castigarlo con sufrimiento físico y mental .

         - El amor te hace débil .

         < ¡¿ Pero para estos hombres , ese amor que sienten , les da más motivos  para luchar .?! ¿ Cómo es posible , que el amor pueda ser al mismo tiempo , debilidad y fortaleza ? ¿ Y cómo será tener una familia ?> se pregunta Varus .
        Pues él , al igual que la mayoría de los Sith , había sido apartado de su familia nada más nacer , para ser entrenado como Sith . Siempre que sobreviviera al brutal entrenamiento .
          Por los maestros de la Academia sabia que los enemigos jedi hacían lo mismo con los bebés . Salvo que los jedi , lo justificaban en evitar que los jedi formaran vínculos personales , que les impidieran cumplir con las misiones encomendadas por el Alto Consejo Jedi .
         Mientras que los Sith lo hacían,  con el fin de eliminar cadenas a su poder .
         Ensimismado está en esos pensamientos , que el ataque le coge por sorpresa . Primero el fuerte ruido en el casco , seguido de un brusco movimiento de la lanzadera . La alarma empieza a sonar de forma estruendosa .

         - ¡ Nos han dado ! ¡ Agarraos !
- ordena el capitán al mando del pelotón compuesto por cien hombres .
         
         El interior de la lanzadera empieza a temblar , mientras siente que está gira sin control .
Desesperado . Con el miedo a la muerte atenazando  su corazón , Varus se quita el arnés de seguridad , y usando la Fuerza para mantener el equilibrio , camina por la inestable y caótica cubierta .
        Se dirige hacia la cabina .
Al entrar , ve que tanto el piloto como el copiloto luchan con los mandos , para controlar la nave .
         Abriéndose al Lado Oscuro de la Fuerza , percibe y usa el terror que siente el mismo y el resto de los ocupantes , para alimentar su poder . Mira por los mandos y escucha al copiloto decir al piloto , con creciente miedo :

          - Los controles de inercia y los repulsores no responden .

         - ¿ Dónde están ? - pregunta Varus , con su voz distorsionada por el casco Sith , que cubre su rostro , dándole un aspecto letal y tenebroso .

         El nervioso copiloto casi da un salto de su asiento , cuando le ve tras él .

    - ¿ Dónde están esos repulsores? - vuelve a repetir .

      - Lado de estribor . Justo donde nos han alcanzado  - contesta el piloto .

         Varus se acercá al cristal de transpariacero de la cabina , del lado de estribor , mientras se sujeta a los asientos para no caerse . Por ella ve el destrozo causado por una de las baterías láser republicanas . De ese lado de la nave , ve salir llamas y una columna de humo negro .
        En su caída , la lanzadera de asalto pasa al lado de una columna de humo negro . Al mirar abajo , Varus ve los restos en llamas de otra lanzadera imperial
         < O hago algo rápido  , o vamos a terminar igual que esos desdichados >

        - ¿ Qué necesitas ? - pregunta al  piloto .

        - Un milagro . Enderezar el rumbo de la nave - dice con voz tensa el piloto .

         Concentrándose en el Lado Oscuro de la Fuerza , el joven Varus visualiza la lanzadera , las capas de aire y el terreno que hay debajo .
 
         - Aterriza a unos cien  metros a la derecha . Hay una zona que está despejada - le ordena al piloto  al mismo tiempo que usa el poder del Lado Oscuro , para cambiar la trayectoria de la lanzadera y darle estabilidad .

        El miedo que siente a la muerte inminente , le sirve de acicate para esforzarse . Las gotas de sudor corren por su frente , caen en sus párpados cerrados , mientras Varus , obliga desde la distancia y con el poder de la telequinesis , a moverse el atascado repulsor . Lo enciende con otro toque mental .

         - ¡ Funciona ! ¡ No se como lo haces , pero sigue ! - le anima el piloto .

        Ranqueando , expulsando humo negro , la lanzadera va descendiendo , con más suavidad que antes .

         - Tengo una buena noticia y otra mala - dice el piloto imperial .

     - ¿ Cuál es la buena ? - pregunta Varus impresionado de que el piloto esconda su terror con un humor macabro .

        -  La buena es , que vamos a poder aterrizar .

         - ¿ Y la mala ? - pregunta Varus , que a su pesar empieza a disfrutar de la broma .

         - Que va a ser un aterrizaje forzoso - le contesta el piloto y en su voz se nota la tensión , propia del momento .

   EL ACÓLITO SITH - escrito por Jesús Quintela Navazo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora