Stupid Detention [Drarry]

Capítulo 1

—Draco Malfoy, te sentarás con Harry Potter. —citó con desprecio el pocionero.

En ese momento, los anteriormente nombrados parecieron palidecer, mientras los resonantes sonidos de los bullicios no se hicieron esperar.

El profesor le mandó una mirada al rubio, pidiéndole en ella que no la haga difícil y que se siente. Éste, a duras penas, al entender el mensaje dentro de esos ojos, caminó hasta el asiento donde yacía Potter, ignorando las miradas de sus amigos, y se sentó rápida y duramente a un lado de su enemigo.

No lo miró.

Ni siquiera cuando el pocionero había terminado de nombrar a todas las personas, ni cuando la gran mayoría de los estudiantes se encontraban elaborando la poción.

Los últimos ingredientes de la gran mesa pedían ser utilizados, y esa cabellera rubia no estaba dispuesta a complacerlos.

Harry abrió su boca y la cerró varias veces, intentando acomodar cada una de las palabras que quería decir, pero solo consiguió balbucear.

—Malfoy. Yo... —Paró de hablar de pronto, y luego en lo que parecía que ordenaba las palabras prosiguió. —Mira, sé que no quieres tener nada que ver conmigo, y no te culpo, porque yo tampoco quiero. Pero... No lo sé. Si tan solo pudiésemos ponernos de acuerdo... Tal vez podríamos llegar a algo. —El rubio ni siquiera se molestó en mirarlo, Harry suspiró. —Vaya. —se rascó la nuca. —Supongo que te importan tus notas, ¿No?

A Draco no le importaban sus notas. Le importaba que pudiése suceder si estas eran bajas.

—¿Qué estás esperando? vé por los ingredientes.

Harry llegó hacia la mesa y agarró los últimos ingredientes que quedaban en ella.

Raíces de margarita picada, Shrivelfig pelado, orugas en rodajas, un bazo de rata, una pizca de jugo de sanguijuela, un toque de beleño y, lo mas importante, Ajenjo.

También agarró un grande libro viejo del que el profesor habló.

—Aquí están todos los ingredientes. —Harry abrió el libro en la página asignada. —Por aquí está la preparación. —Habló con el ceño fruncido. No entendía nada.

—Dame. —Draco le arrebató el libro de las manos y lo cerró con fuerza. —No te creí tan estúpido. —Harry frunció el ceño.

—¿Lo dices por...?

—Llevamos trabajando sobre la poción de encogimiento desde hace dos meses. Apuesto a que la sangre sucia te hizo el ensayo.

—¡No la llames así!

—Oh, ¿Y qué harás? ¿Me hechizarás? Ambos sabemos que el único hechizo que te sabes es el Expelliarmus.

—¿Tú que mierda sabes?

—Oh, lo sé todo. Por eso mismo, la poción la haré yo. Tú solo me asistirás.

—Por supuesto que no.

—Tómalo como una oferta. —Sonrió con malicia, y comenzó a cortar orugas en rodajas.

Una vez que las cortó y las metió al caldero, calentó todo, hasta que la poción estuvo totalmente roja. Harry solo observaba todo, viendo en qué podía ayudar, para no quedar como un idiota.

Harry agarró el libro, y comenzó a leer la preparación.

Draco agitó el Shrivelfig por unos segundos, pero fué interrumpido por Harry, que se lo arrebató de las manos.

—¿Qué se supone que estás haciendo? —preguntó Draco, intentando quitarselo de las manos.

—¡Quiero hacer algo!

—¡Te lo prohíbo!

—¡Claro que no! —gritó, y tiró el Shrivelfig al caldero. Harry sonrió con orgullo al ver como la poción se tornaba rosa, pero de pronto el caldero comenzó a burbujear.

La poción se había tornado de un color verde, luego oscureció, y terminó explotando.

—¿¡Que mierda haz hecho?! ¡Aún no estaba listo! ¡Maldita sea! —Draco luchaba para poder hablar y a la vez quitarse la poción de los labios y ojos, porque sí, estaban totalmente cubiertos de una extraña mucosidad verde que apenas los dejaba ver.

Las risas no tardaron en llegar, y el profesor a ellos tampoco. Llegó a los dos chicos con cara neutral, y habló:

—Quince días de detención. Incluso los fines de semana. Vayanse a asearse. Los espero en mi despacho.

Los chicos se miraron entre sí y se fruncieron el ceño con odio, dentro de todo ese moco verde que los cubría completamente.

Rápidamente se fué cada uno a su habitación, ignorando las risas y murmullos que escuchaban a sus espaldas.

¡Buenas! Este es mi primer fanfic, espero que les guste. :D

Serena.