1- ¿Vivir O Morir?

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Y entonces... Me ponía a pensar en el balcón, ese balcón de mi habitación en el cuál tengo ese recuerdo de que solíamos abrazarnos, mientras el silencio era el mejor eco de nuestras voces.

Me quedaba pensando ahí, solitario, mientras mi cabeza no paraba de gritar. Me sentía como en el maldito infierno.
Yo... Yo... Yo solo podía gritar tu nombre.
-¡Verónica! ¡No te vayas! No me dejes en esta penumbra- mi voz se hacía silencio.
Era extraño que siempre soñaba y pensaba esa parte, pero lo que seguía después de que gritaba sin obtener respuesta, era algo que realmente me destrozaba.
En la escena yo solo podía gritar, corría pero no me movía, tu ni siquiera volteabas a verme. Solo podía ver tu decepción en esa espesa aura.

Mi mente duele cada vez que te pienso, si tu no estabas, era realmente mi muerte.
No poder estar contigo me destroza, me dejaste mil recuerdos de los cuales quisiera deshacerme, mil penumbras e insomnios para las noches.

Aun recuerdo el tacto de mis manos cuando tocaban las tuyas, ese hermoso esmalte color negro y tus uñas largas, esas manos tan frías que al tomarlas se volvían tibias.
Aun recuerdo tus labios, esos hermosos y dulces labios, con ese labial rojo, que al sentirlos me llevaban a otro mundo.

Estoy irónicamente recordandote toda la noche, no puedo pensar mas que en tu fragancia, todas esas cosas maravillosas las cuales amaba de ti.
Pero... ¡Maldita sea! Te quiero conmigo, quiero estar abrazandote mientras el silencio es nuestra única voz. Quiero sentir tus frágiles manos.
Esta es la pregunta que me invade ¿Porqué me has dejado? Me quedo hasta las 4 de la madrugada pensando eso.

Ya a pasado un mes desde que te fuiste, me has dejado un vacio que no puedo ni siquiera llenarlo con whisky ni cigarrillos, me siento malditamente mal.

En uno de mis momentos pensando.. Se me ocurrió una idea, no es la mejor pero tal vez sea lo único que pueda hacer que deje de pensar en ti.

Fui a la mañana siguiente a su departamento.
Creo que debí haber cambiado mi aspecto, me veo fatal.
Incluso creo que fue una mala idea haber llegado. Pero quería verla, no importa.. ¡YO QUERÍA VERLA! Maldición, quiero irme.
Fue demasiado tarde para arrepentirme, ya había tocado el timbre.
Escuché algunas voces dentro, finalmente abrieron la puerta.
Un tipo fuerte, alto, mejor que yo en todo aspecto apareció frente a mí.
-Ya veo, me remplazo muy rapido y con alguien mejor que yo- me dije a mi mismo.
Antes de que el tipo me preguntara, la oí hablar desde lejos.
-Amor, ¿Quién es?- para después acercarse.
Al fin, después de un mes pude escuchar su suave y tierna voz. Cuando se acercó a la puerta yo solo pude admirar su belleza, no podía creerlo, lucía tan hermosa. Me quede atónito.
Ella le susurró algo al oido y el tipo se fue.
-Ohh, eres tu- dijo sin vaga expresión en su rostro
-¿Qué demonios haces aqui?-
-Intentar olvidarte- respondí
Se río un poco -Yo ya te olvide- Después de decir eso cerró su puerta bruscamente.
Me maldije a mi mismo todo el camino a casa.

Han pasado ya 7 meses desde que te fuiste, e intentado reemplazarte con muchas mujeres mas, pero ninguna reemplazará tu hermoso cabello color ceniza, tus suaves manos, tus hermosos ojos azules con mirada perdida.

Creo que me e vuelto un adicto, si, un adicto a ti, a pensarte y a desearte de una manera que hasta da miedo.

Mis ojeras son enormes sigo pensando en ti, el doctor me recetó pastillas para dormir y antidepresivos. Cada vez que dormía solo podía abrazar tu foto, era la única cosa tuya que me quedaba.

Cierto día revisando las redes sociales encontré que ahora era soltera, no sabia si sentirme bien o mal.

Te extrañaba demasiado, no podía vivir sin ti, sin ti yo no vivo. Es por eso que decidí.... Morir.
Rompí tu foto y la tire por ese balcón. Me deshice de todos tus recuerdos. También tiré todas las botellas de alcohol, y todas las cajetillas de cigarrillos. Me deshice de todos tus recuerdos. Ya no necesitaba nada.

No tenía familia alguna, amigos o alguien que se preocupara por mi. Así que... Para mi esta bien.

Fue el único día en el que me sentia bien, me sentía hecho.

Le mandé un mensaje a ella. Solo le escribí. -Muero si no estoy contigo. Realmente ya estoy muerto, y ahora lo estare-.
Fui a la azotea de ese hotel donde nos quedabamos viendo los amaneceres. Observé un poco el sol ocultándose, era la última vez que lo vería.
Me quedé parado en la orilla decidiendo en que momento saltar.
Escuché un sonido, el de una puerta, voltee rápidamente era... Ella.
-¿Qué demonios hacia ella aqui? ¿Como supó que yo estaría aqui? -
Ella solo me miró con esos hermosos ojos azules.
-Me alegro de que lo ultimo que vería antes de morir fuera tan bello-le dije con una sonrisa y una lágrima que escapaba de mi rostro. Ella estaba callada, le vi llorar un poco.
Retire la mirada de ella para ver el hermoso espectáculo de la noche , tal vez ya podría morir en paz... En paz, sabiendo que te importé, aunque fuera un poco, ¡maldita sea! ¿¡Por qué en este momento!?
Solo me límite a ver la luna, hasta que....
Di un paso y caí, ella gritó algo pero... Realmente no pude escucharla. Mi cabeza se sentía bien ahora, estaba llorando, y casi al aterrizar susurré - Te amo-

Seamos realistas.
Nadie va a morir por nadie, pero vivir....
Esa ya es otra historia.

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2015 ⏰

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Te Amo Tanto Que Decidi Morir Por Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora