Calendario de Adviento 2021

Esperanza

Desde que llego a París y la conoció, quedó enamorado de ella sin embargo sabía que esa joven sentía algo por ese rubio que seguía a todas partes a su prima, sin embargo el no iba a perder la esperanza de conquistarla.

Y ahora se encontraba ahí parado frente a la panadería de sus padres sin saber que hacer, había dejado que sus impulsos fueran los que lo guiarán, grave error ahora se estaba arrepintiendo.

—¿Ramsy?— escuchó decir tras el y esto lo tenso realmente, no creía que le vería tan pronto.

—Ho-hola Ma-ma-marinette— respondió de forma torpe el joven castaño, volteando de igual forma— ¿Qué te trae por aquí?— pregunto y esto hizo reír a Marinette.

—Hem, pues nada sólo que esta es la panadería de mis papás y aquí esta mi casa— respondió intentando no reír.

Hacía ya unas semanas que Alya le había dicho algo que la dejó pensando—creo que traes algo loquito al primo de Merit.— cosa que le causó risa en ese momento, pero que después de eso le dijera que observará su actuar cerca de ella la hizo sentir curiosidad.

Fue por eso que cada día en la escuela veía desde lejos el actuar del joven hacia su persona, lo había descubierto varias ocasiones viéndole durante el descanso y cuando se sentía descubierto, miraba hacia otro lado o hacia movimientos raros.

—Me recuerda a ti en tus primeros días de enamoramiento de Adrien, tu y Ramsy serían el uno por el otro. Claro si dejaras de pensar en el chico modelo— le había dicho una tarde Alya, mientras hacían una investigación.

Desde entonces en ella había crecido es semillita de duda y esperanza, que había perdido al ver que no tenía un progreso con Adrien.
—¿Será verdad que Ramsy siente algo por mi?— se preguntaba cada tarde que hacía patrullaje e iba a parar a casa del castaño, donde le veía estudiar o pasar tiempo con su madre y padrastro.

—¿Quieres pasar a comer con nosotros?— pregunto en automático Marinette, cosa que sorprendió al joven y a ella— mamá ha hecho hoy un rico quiché y tal ves te gustaría probarlo.

Ante esto Ramsy asintió y sonrió, sintiendo su corazón saltar de felicidad.

[...]

—De verdad que ese quiché sabía delicioso, gracias por invitarme a comer con tu familia Nette— dijo Ramsy tumbado en el diván de la ojiazul claro.

Quien rió ante la forma que estaba tumbado el joven, pues siempre tenía un porte muy educado y refinado, pero que con ella había olvidado.

—No hay de que Ramsy me alegra que te haya gustado— dijo y bajo la mirada al diseño que estaba haciendo en el suelo.

Ante esto Ramsy presto atención a lo que hacía la joven y sonrió de ternura, pues Marinette se veía tan linda y tierna, luego recordó el por que dejo que sus instintos le guiarán hasta ese lugar.

—Nette...— dijo Ramsy de forma infantil.

—Si, Ramsy— respondió la joven sin apartar la mirada del diseño.

—¿Por qué me espías en cada uno de tus patrullajes?— pregunto de forma tranquila, sorprendiendo a la de coletas.

—¿Qué?, lo-lo siento Ramsy, pero no se a que te refieres— dijo lo más segura de si misma Marinette.

—Pues eso, que haces espiando a este joven en tus patrullajes, no soy ciego y torpe como todos aquí en París, además de que si Meritamon es Lê Drâgon...— dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

Ante eso Marinette solo suspiro y miro al joven— yo, quería comprobar algo— dijo y desvío la mirada.

—¿Qué cosa?— pregunto curioso Ramsy.

—Si tu sientes algo por mi— dijo casi en un susurro.

Ante esto el castaño sonrió y la miró con ternura, sin duda tal ves sus esperanzas no fueran en vano— tal vez...— dijo y sonrió divertido al ver la cara de Marinette al verle.

Estaba completamente roja y tenía los ojos abiertos de par en par, ese tal vez había hecho que su corazón saltará de esperanza.

—Te propongo algo, supe por Zoe que Meritamon hará una fiesta por Navidad y te quería invitar, sinceramente no sé por que me ocultó algo así... Pero ¿te parece si vamos juntos?— pregunto sonriente, ante esto Marinette acepto— perfecto ese día vendre por ti.— dijo y se sentó de forma correcta.

Ante esto Marinette también sonrió y un leve sonrojo surco sus mejillas. No sabía que podría pasar ese día pero sin duda ese invierno sería distinto y nada ni nadie le haría perder la esperanza, de poder conocer mejor a ese joven egipcio.

766 palabras en este peque Os.

Si señoras y señores regrese a escribir, sinceramente he tenido días muy pesados y regresar a esto que calma mi alma y me llena mis noches de alegría sin duda es lo mejor.

Como habrán notado aquí estoy cociendo algo sumamente importante...o tal ves no jajajajaja.

En fin espero les guste y les dejo los hastags #mfadviento21 #motindeadviento y #motindenavidad.