Hm.
Buenas...Oye, ¿alguien sabe cómo se llama esa cosa rara que utilizan los larguiruchos para guardar cosas? Ya sabes...Ese aparatejillo del que la comida sale fresquita y cruda...Se me hace la boca agua...¡EN FIN!Que me subo por los árboles...
Me presento, yo soy Luna, la gata de una familia de larguiruchos, una de las grandes además. Son muy raritos y metomentoso, se pasan el día hacercándose y toqueteándome el pelo, como si fuera yo la hierba. Bueno bueno, que hoy vengo yo a contar una pequeña historieta de mis tiempos mozos, de cuando yo parecía una pequeña e indefensa cría de ratón. El larguiruchillo ese de pelos marronzuelos y aspecto voluminoso(En mi opinión), él me agarró y me metió en una habitación pequeña adornada con piedrecillas brillantes azules y verdes en las paredes de roca, la habitación estaba LLENITA de cosas raras que no me dejaban andar. Parecían piedras, pero rectangulares y puntiagudas. Una era más bien redonda ,¡pero tenía un agujerito! Eso estaba lleno hasta arriba de agua que olía a pantanoso...Asquito.
Al tema, que yo estaba acongojada y hecha una bola bajo una de esas rocas, debajo de un hueco que había. La familia se había ido, aunque no por mucho tiempo. Volvieron y me dejaron salir de la habitación, y así empecé a explorar. Ya no recuerdo tanto de como era esa casa, ya no estoy allí pero...Recuerdo el alto mamotreto de aparato, ¡el que mencioné al principio! Pues bien, me colé en la habitación en la que estaba, y comencé la investigación. Mala elección, la verdad...En cuanto trepé hasta la cima del pedrolo, dio un paso en falso y me caí directa hacia abajo, ¡en ese pequeño hueco en el que sólo cabría una chiquilla como yo! Pues en fin, ahí estaba yo, en la penumbra. No veía nada y sentía las telarañas abrazándome. Entonces no me quedó otra cosa que maullar, no podía ni moverme. Y así pase un día enterito, hasta que, ¡gracias al dios Leo! Vino a ayudarme a salir el larguirucho de pelo marrón. Y digamos que yo estaba terriblemente hambrienta, así que me cebé de chuches, estaban todas espolvoreadas por el suelo de la habitación...
En fin, no volveremos a hablar de esta anécdota embarazosa, ¿de acuerdo?
Bueno entoncea, si vas a tenerte la boca cerrada, yo me voy.
Chau chau, voy a cazarme una musaraña o algo.
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<°Las desventuras de Luna la gatuna°>
AcciónEn esta pequeña colleción, recopilaré las aventuras de mi gata dentro de su mente, basadas en la vida real. espero que os guste :)