The Walking Dead: The Final Season (Male!Clementine x Female!reader

Capítulo 10: James, el Susurrador

Tú y Clem caminan detrás del extraño mientras AJ gemía de dolor. El extraño se detiene y señala un gran tronco de árbol.

—Ahí —susurra y Clem se acerca al tronco y acuesta a AJ.

Te sentiste aterrorizads una vez que viste la herida en el estómago de AJ. Luego, el extraño coloca una antorcha encendida en el agujero de la rama, agarra la camisa de AJ y los mira en busca de permiso. Tú y Clem asienten con la cabeza y él, lenta y suavemente, levanta la camisa de AJ para que vean la herida.

—Saca la esquirlas —les dijo a T/n y a Clem.

—¿Qu-nosotros? —Tú y Clem le preguntaron.

—Uno y el otro puede ayudarme a mantenerlo quieto —dijo el extraño.

Miras a Clem y dices. —Ayúdalo a sujetarlo y yo sacaré la esquirla.

Clem asiente, te entrega el cuchillo pequeño y él sujeta los pies de AJ y el extraño pasa por el otro extremo y levanta los brazos de AJ, haciéndote más fácil llegar a la herida. Luego quitas todos los perdigones que pudiste encontrar mientras AJ apretaba los dientes y hacía todo lo posible para no gritar muy fuerte.

—Trato de no hacer mucho ruido —AJ murmura.

—Está bien, AJ, solo respira —dijo Clem mientras terminaba de sacar todos los perdigones. El extraño quitó las manos de AJ y luego te miró.

—Pon tus manos ahí. Para detener la hemorragia —dijo mientras señalaba la herida.

Colocaste tu mano sobre la herida mientras Clem quita su mano de las piernas de AJ y el extraño saca una cinta.

—Está bien, AJ. Te va a curar —lo tranquilizaste mientras el extraño pasaba la cinta adhesiva por la herida.

—Es suficiente, por ahora —dijo y toma la antorcha y camina hacia un pequeño campamento.

AJ intenta sentarse, pero tú y Clem lo empujan hacia atrás para que se acueste.

—Espera, espera, espera, calma, despacio —le dijiste, en voz baja.

—¿Dónde están nuestras cosas? ¿Mi arma? —preguntó AJ.

—Las perdimos, amigo —le dijo Clem.

—Louis y Violet corrieron. Están a salvo — dijo AJ.

—Si, probablemente —Clem murmura mientras AJ se recuesta.

—Apesta —murmura mientras tú y Clem lo miran con preocupación.

Entonces Clem te mira y te pregunta.
—¿Estás bien? —lo miras mientras continúa—. Quiero decir... eso... eso tuvo que ser malo, descubrir que ella todavía está viva —dijo y frunces el ceño y miras hacia abajo.

Clem pone su mano en tu hombro, lo miras y le das una mirada triste. En ese momento, Clem te vio como la niña aterrorizada de ocho años que conoció hace muchos años.

De repente, AJ comienza a temblar y respirar con fuerza. Rompen el contacto visual y miran que el extraño había instalado una hoguera y Clem carga a AJ y caminan hacia el pequeño campamento. Clem deja a AJ en el suelo y se sienta y se inclina contra la rama grande, luego Clem se sienta a su lado y tú te sientas junto a Clem.

—No quise ponerlos en peligro. La manada fue para ayudarlos —dijo el extraño.

—¿Enviaste a los caminantes? —le preguntó Clem.

—Era parte de un grupo. Se hacían llamar Susurradores. Aprendieron a vivir en manadas, entre caminantes. A moverse entre ellos. A veces, a guiarlos —respondió.