The Walking Dead: The Final Season (Male!Clementine x Female!reader

Capítulo 17: Primera cita

—Nunca había conocido a nadie como James. Es fuerte. Pero no como ustedes. Él no mata a los monstruos... pero tampoco les tiene miedo. Es genial —AJ dijo mientras caminan dentro de la escuela.

Siguen caminando hasta que se encuentran a Ruby cargando unas almohadas.

—Hola, chicos. Willy me contó el plan. ¿Cómo les fue con... el tipo ese?—preguntó.

—James. Dijo que nos ayudará —dijo Clem.

—Si alguien me hubiera dicho que íbamos a escabullirnos en un barco con una manada de caminantes, los habría llamado locos —dijo Ruby mientras negaba con la cabeza.

—¿Qué haces con las almohadas?— preguntó AJ, señalando las almohadas.

—Oh. Bueno, quería que hagamos una última parranda antes de la gran pelea —Ruby respondió, luego AJ te mira.

—¿Mala palabra? —preguntó.

—¿Eh? —Ruby dijo, confundida.

—Suena como una grosería—dijo AJ.

—No es una grosería —te reíste entre dientes—. Es sólo otra palabra para fiesta.

—Exactamente. Sé que parece raro hacer una fiesta. Pero todos necesitan algo que les levante el ánimo —dijo Ruby.

—Esta podría ser nuestra última oportunidad —dijo Clem.

—Quería preparar un té para todos. ¿Podrían prestarme el calentador? —Ruby preguntó y tú asientes.

—¿Que puedo hacer? —preguntó AJ, temblando de emoción.

—A la sala le hace falta un poco de alegría. ¿Podrías dibujar algo colorido para que colguemos? —dijo.

—¡Está bien! Seré un artista —AJ dijo mientras corre hacia el dormitorio.

Ruby se vuelve hacia Clem y dice. —Queda mucho por hacer, pero si quieres puedes buscar algo que pueda animar la fiesta. Hay mucha basura por aquí.

Clem asiente y dice. —Claro, déjamelo a mí.

Una vez que se separan, Clem comienza a caminar por la escuela comenzando por el terreno y lentamente se abre camino hacia adentro. Por capricho encuentra unas flores de plástico, narcisos amarillos, que cree que a Ruby le gustarían para la fiesta.

—Se ven bien —dijo mientras quita parte de la tierra que cubre los pétalos y sonríe levemente, recordando cuánto amabas las flores cuando comenzó el apocalipsis.

—Tal vez Ruby deje que se quede con las flores para decorar nuestra habitación una vez que termine la fiesta —se dijo a sí mismo mientras los guardaba cuidadosamente y subía las escaleras hasta el segundo piso.

Revisa alrededor de tres habitaciones sin suerte antes de tropezar con una cuarta habitación. Debe haber pertenecido a una niña en un momento dado, porque se da cuenta de una vieja muñeca a un lado de la habitación junto con algunos accesorios para el cabello en un escritorio roto.

Está a punto de salir de nuevo cuando algo brillante llamó su atención y entrecerro los ojos. Regresa a la habitación y se da cuenta de que viene del escritorio. Al recogerlo e inspeccionarlo, se da cuenta de que es un amuleto. Sin embargo, eso no es lo que lo hace sonreír. Es la forma lo que lo hace sonreír.

Es un pájaro plateado.

Le recordó la noche que te confesó sus sentimientos y a tus constelaciones inventadas, específicamente la del pájaro. La que se parecía a la libertad que todos deseaban desesperadamente de nuevo.