𝐔𝐧𝐚 𝐝𝐫𝐨𝐠𝐚 𝐚𝐝𝐢𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚

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𝐂𝐚𝐩𝐢̈𝐭𝐮𝐥𝐨 6

Puffy se apresuró a regresar a casa tan pronto como recibió la noticia, abandonó todos sus planes y regresó.  Fue desgarrador descubrir que alguien a quien tratas como un hijo murió sin tu aviso.

Todo comenzó cuando notó que Dream la seguía en silencio, aunque era espeluznante, pero también lo encontraba un poco lindo cuando él se acercaba a ella.  Él confiaba en ella lo suficiente como para no usar armadura, para que ella no lo lastimara.

El rubio era tímido al principio, no hablaba pero se mantenía cerca.  Luego, cuando ella comenzó una conversación con él, él respondió hasta que fue él quien los inició.

A medida que se acostumbraba a ellos, inconscientemente se encontraba buscando a su patito cuando estaba sola.  Sus pequeños viajes siempre eran mejores con él.

Darían vueltas en botes y jugarían con el SMP, hornearían en la panadería de Niki, contarían historias divertidas sobre su vida y se regalarían mutuamente.  Ella se negó a creer que él era una amenaza como todos creían que lo era.

Era su patito, su hijo.

Recordó la expresión del rostro de Dream cuando le dio un broche.  La amplia sonrisa en su rostro cuando ella le dijo que era la prueba de su vínculo, cómo significaba que él era su hijo, aunque no fuera de sangre.

Abrió la carta con vacilación y no pudo evitar que las primeras lágrimas cayeran en el papel mientras leía la primera línea.

𝑸𝒖𝒆𝒕𝒊𝒅𝒂 𝒎𝒂𝒎𝒂́,
𝑇𝑒 𝑎𝑚𝑜 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜, 𝑚𝑎́𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑟𝑖́𝑎𝑠 𝑖𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑎𝑟.

𝐸𝑠 𝑑𝑖𝑓𝑖́𝑐𝑖𝑙 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑖́ 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑟 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑡𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎𝑟𝑡𝑖𝑚𝑜𝑠 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑝𝑜𝑑𝑟𝑖́𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎𝑟𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑦𝑜 𝑑𝑖𝑟𝑖́𝑎, 𝑝𝑒𝑟𝑜 ℎ𝑎𝑟𝑒́ 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑖𝑛𝑐𝑜𝑟𝑝𝑜𝑟𝑎𝑟 𝑚𝑖𝑠 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑡𝑎𝑛 ℎ𝑒𝑟𝑚𝑜𝑠𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑎.

𝐿𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑠 𝑑𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜, 𝑚𝑎́𝑠 𝑟𝑖𝑐𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑢𝑎𝑙𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟 𝑠𝑢𝑒𝑙𝑜, 𝑚𝑎́𝑠 𝑐𝑎́𝑙𝑖𝑑𝑜  𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑢𝑎𝑙𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟 𝑠𝑜𝑙, 𝑚𝑎́𝑠 𝑑𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑐𝑒́ 𝑎 𝑎𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑎𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜𝑠 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠. 𝐿𝑎 𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑢́𝑛 𝑝𝑜𝑑𝑖́𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟𝑚𝑒 𝑓𝑖𝑟𝑚𝑒.

𝐺𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟  𝑙𝑜𝑠 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑡𝑒𝑠𝑜𝑟𝑎𝑟𝑒́ ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒.

𝐺𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑎́𝑙𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑎𝑏𝑟𝑎𝑧𝑜𝑠, 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑟𝑖́𝑎 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟𝑙𝑜 𝑡𝑜𝑑𝑎𝑣𝑖́𝑎.

QUEMANDO LENTAMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora