Enemigos

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Conviviendo con el Enemigo

La academia shuchiin, era un lugar muy reconocido por las grandes mentes que salían graduadas de ahí, al igual que sus profesores quienes eran reconocidos como los mejores de todo Japón. Lástima que ahora solo era conocido por ser el campo de guerra de dos personas.

Estos eran los inigualables Fuutaro Uesugi y Nino Nakano. Y se preguntaran, si las familias se odian a muerte porque ningún otro integrante de ellas se mete en la pelea.

Eso es sencillo de responder querido lector. La academia estaba ubicada en un punto muerto entre los territorios Uesugi y Nakano, por lo que ninguna de las dos familias tenia mucho poder en esa zona, y cualquier ataque masivo podría generar una guerra territorial. Algo que seria bastante costoso, incluso para personas tan ricas...

- ¿Cuántas ya van? - preguntaba una estudiante a su amiga.

-MmmMm, creo que unas 20 o 30 – le decía comiendo su manzana – hace como media hora perdí la cuenta -

Las dos chicas eran espectadores de una de las muchas peleas de Nino y Fuutaro, la cual se salió de control y comenzaron a tirarse granadas a lo loco.

-bueno, ahí van otros cincuenta millones de yenes más en reconstruir el patio – dijo uno de los profesores viendo resignadamente como Fuutaro aventaba otra granada.

Siguieron así por casi una hora, las granadas iban y venían, hasta parecía un juego de niños, a decir verdad, podríamos llamarlo ¿lanzarse la pelota explosiva?

- ¡oye Fuutaro, Iremos a comer hamburguesas! - gritaba su amigo - ¡¿vienes?!

- ¡Ahí voy ¡- grito azabache en forma de respuesta – vamos preciosa, tu puedes - susurro besando una granada - ¡TU ERES LA GANADORA!- termino de decir para tirar la granada con todas sus fuerzas.

El proyectil dio justo blanco mandando a la pobre peli rosada a volar al estilo Team Rockect – ¡JAJAJA BINGO! – decia burlescamente el pelinegro por su su hazaña, mientras se dirigía a la salida con sus dos amigos.

A cincuenta metros de ahí, una peli rosada apenas lograba levantarse, esta parecía estar bastante alterada, no por su estado de salud o una posible lesión, era por su cabello, la cosa que más amaba en este mundo, para fortuna de ella (ya que las granadas solo explotaban y no lanzaban proyectiles) tenía tan solo un poco de tierra que se quitaría con un baño, pero aun así...

-Fuutaro Uesugi acabas de sacar un boleto directo al infierno- decía macabramente Nino con unos ojos sin vida.

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Pasando a otro lado, no muy lejos de ahí tres amigos acaban de recibir sus órdenes de una cafetería, la cual también estaba en un punto muerto.

-oye Fuutaro ¿Qué piensas hacer con esa nakano? - le preguntaba uno de sus amigos

Antes de que Fuutaro si quiera poder abrir la boca para hablar, su amigo el ricitos de oro lo interrumpió

- ¡NO ME IMPORTA LO QUE VAYAS A HACER, PERO HAZLO RAPIDO! ¡¡ AL UNICO QUE DEBE CONSIDERAR COMO RIVAL ES A MI!! – gritaba con orgullo Takeda, incluso se podía ver como brillitos salían de su pelo. Todos los presentes voltearon y vieron raro al trio de amigos.

Un Amor a EscondidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora