5. ¿Esa es tu fantasía?

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Era viernes, un lindo y agradable viernes donde tendría su día con final feliz, cómo con los masajes... ese podía ser un buen deseo para cumplir ese día. En realidad aún no estaba seguro de lo que le pediría a Jungkook, había demasiadas opciones de donde elegir. Después de todo era mejor pensar en actos pecaminosos que en su fallido regreso a los escenarios, ¿Qué esperaba? ¿Qué los teatros lo estuvieran esperando con los brazos abiertos? La vida no era tan fácil. Aunque sus niños lo hacían feliz, dar sus clases era más parecido a un juego que a un trabajo.

—Estamos listos Capitán Tejón —gritó un niño con un sombrero de papel, poniéndose al frente de otros 15 niños con igual decoración sobre sus cabezas.

—¿Están listos chicos? —contestó Taehyung con voz fuerte y ronca, le encantaba como se veían sus marineritos, aunque seguía sin convencerlo que lo llamaran "Capitán Tejón" cuando les dejó escoger su nombre del día no pensó que terminaría siendo un animal.

—¡Sí Capitán, estamos listos!

—¡Uhhhhhhhh! Era una niña debajo del mar —empezó con la primera frase, ese día su clase tocaba con los mayores, así que tenían que ser capaces de responder sus frases disparatadas con coherencia y sin olvidar el ritmo de Bob Esponja.

—¡Tejón Esponja!

Taehyung arrugó la nariz al escuchar como 16 niños gritaban ese horrible mote, así que en venganza señaló al primer niño: al que se le ocurrió; tenía que contestar.

—Ehhhhh... Su cuerpo... era...

—¡Ddaeg! Muy lento.

—¡Pero-!

—Sin excusas ven acá, pequeño diablillo.

—Nooo

—No seas mal perdedor— dijo mientras el resto de niños lo empujaban para que cambiara de lado y así volver a empezar.

El día de Jungkook era lo que podía llamar normal en el restaurante, un día tranquilo en el que le tocó rotar por limpieza, a algunas personas le podría parecer denigrante que les asignen lavar los platos, pero a él le gustaba, además de que entendía la importancia de hacerlo, si no, ¿con qué cocinarían o servirían?. Lavar la loza era la primera tarea que alguna vez le enseñó su abuelo, era un hombre exigente, pero a la vez amable y fue de quien adquirió ese amor a la comida.

Comida... le había dicho a Tae que era su comida, no le molestaría lavar y comer sobre ese cuerpo, morderlo y chuparlo, saborear su esencia. Podría preparar algo con su leche y sería espectacular.

—¡WOW! ¿En qué piensas? —sintió como la respiración de alguien rozó su oído que aunado con la pecaminosa imagen mental en la que fue interrumpido, le creó un gran sonrojo en toda la cara. —Jeon, cualquiera podría decir que tienes un fetiche con los platos.

—¿Q-qu-é? —tartamudeo sin querer viendo como Yungum se recargaba a su lado en el fregadero.

—Mirate, todo sonrojado y tartamudeando, dime en ¿qué pensabas? —rogó alargando las últimas palabras mientras subía y bajaba una ceja.

—En nada que te importe.

—Seguro que era tu novia, ¿a qué sí? —se acercó para susurrarle—el delantal no puede esconder una erección.

Jungkook se puso aún más rojo retirándose de golpe y revisando su entrepierna que se encontraba perfectamente, sin ningún bulto delator. Entonces escuchó como Yungum se reía a carcajadas.

—¡Sabía que tenía razón! —dijo sin dejar de reír y lo apuntó con un dedo— tenías una mirada de "me quiero follar la loza".

—No digas tonterías— le pegó en la mano para que la quitara y siguió con su trabajo.

Secret List | KookV - VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora