Prólogo

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HoSeok se miraba al espejo con una gran sonrisa en sus facciones, como si fuera una gran obra de arte, tan... etérea, tan bella.

Y aunque el arte común para él fuera aburrido, le encantaba ese estado de perfección en el que estaba y que todos le alababan.

A la vista de todos, Jung HoSeok, era simplemente perfecto.

¿Lo seguirían queriendo cuando se enteraran de lo que había en su plato y sótano?

[...]

El punto de esta obra es mostrar la crueldad que habita en los humanos y cómo las apariencias engañan, pues se me hace interesante escuchar de atrocidades que nadie esperaba por el simple hecho de que quienes cometieron crímenes tan sangrientos se veían normales, aniñados o inocentes.

Skin, blood and bonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora