Capítulo único.

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-Xiao.-

-Vete, por favor.- Lágrimas no tardaron en salir por sus ojos mientras sostenía su preciada lanza con miedo. -No quiero hacerte daño.-

-No lo harás, calmate.- La chica de cabellos rubios poco a poco se aproximaba al contrario, agarrándole por las mejillas. -Tu puedes.-

-¡Vete!- Exclamó mirándola con miedo, temía lastimarla en sus peores momentos, cuando las voces interiores no paraban de susurrarle muerte y destrucción.

-¡Xiao vuelve en ti por favor!- La chica gritó angustiada, mirándole con tristeza y preocupación.

Poco a poco el adeptus comenzó a calmarse. No podía creer que sus pensamientos estuvieran diciendo de matar a su querida amiga, si podía llamarla así. Últimamente sus sentimientos hacia ella se habían hecho mas fuertes, o eso pensaba, al no comprender bien el amor o su significado, no entendía del todo por que su corazón se aceleraba a su lado, por que quería besarla, abrazarla para siempre.
El echo de que su karma estuviera empeorando cada vez más, preocupaba mucho a la chica, odiaba verle sufriendo cada día, ver como sus hermosos ojos color amarillo  poco a poco iban apagandose, viendo la vida sin ningún tipo de sentido.

¿Por que a él? ¿Por que justo ahora cuando sus sentimientos estaban floreciendo? ¿Por que el destino no la dejaba estar con la persona que amaba? La cercana muerte de Xiao la debaja despierta por días, sin poder controlar sus emociones. Mierda, si supiera que hacer para parar su sufriendo cruzaría mar, cielo y tierra para que su chico no tuviera mas dolor.

-...- Su expresión fue tornandose más suave, como usualmente era. -Yo... Lo lamento mucho.-

-No tienes que preocuparte... Te prometí ayudarte siempre.- Le brinda una sonrisa de confianza.

-Sigo pensando que no deberías estar tan cerca de mi.-

-Oh por dios, no empieces otra vez.-

-Digo lo que pienso.-

-Simplemente callate.- Soltó las mejillas del chico cruzándose de brazos.

Se limitó a suspirar mirándola, odiaba tener que decir aquello, era obvio que no quería que se alejara de el, pero era lo mejor. ¿Quien sabe cuando podía darle otro ataque? ¿O si esta vez no podía controlarse y acabar con ella? el echo de pensar en ello le ponía la piel de gallina, se odiaría para siempre.

-Lumine.- La llamó sacándola de sus pensamientos.

-¿Uhm?-

-Vamos a un lugar más tranquilo, conozco uno perfecto, aquí solo hay vistas a feas piedras.- Comentó rodando los ojos, observando todo el paisaje que les rodeaba, se encontraban en Liyue, estaban dando un pequeño paseo por las montañas cuando ocurrió todo.

-Si claro.- Asintió comenzando a caminar junto a el, durante el viaje hacia el misterioso destino rozaron sus dedos varias veces. Ambos eran demasiado tímidos para dar el paso, pero Xiao se atrevió, entrelazando las dos manos con cariño. Desviando rápidamente la mirada sonrojado, notando una risilla escapar de los labios ajenos.

-Como te rías pienso abandonarte aquí ahora mismo.- Susurra por lo bajo.

-Oh claro que no, no serias capaz.-

-Ya.-

-Lo sabía.- Vuelve a reír la chica siguiendo los pasos del sujeto a su lado.

-Callate.- Forma en sus labios una pequeña mueca. Al poco tiempo llegaron donde quería.

El paisaje consistía en una explanada con arboles y césped, con flores. A lo lejos se veía todo Liyue, era tan hermosa, sobre todo cuando de noche era alumbrada. Decidieron sentarse en el césped para pasar la tarde juntos como el le prometió desde hacía unas semanas, observaron el paisaje en silencio.

Fireflies •|| Xiaolumi OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora