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Lamentablemente, lejos de lo que pudiera parecer, no todo fue color de rosa durante su embarazo. Siempre existieron ciertos "Detallitos" que le recordaban lo difícil que era mantener un bebé dentro de ti.

Primero, por ejemplo, estaban los antojos. Hay quienes dicen que no se deben cumplir todos lo deseos alimenticios de una embarazada, mientras que otro dicen que no importa hacerlo. De todas formas, eso no evitaba que surgieran.

-¡Kookie! ¡Kooookie! - Gimoteaba NamJoon - ¡Dame helado!

-NamJoon, es medianoche.

-¡Pero Kooook...! - Hizo un puchero.

-Ish, bien. Veré si hay en la nevera - Dijo, derrotado. NamJoon besó su mejilla en agradecimiento.

-¡Eres el mejor!

Y luego estaban los malestares: Mareos, vómito, dolores y demás. JungKook pasaba noches enteras junto a NamJoon cuando se despertaba en la madrugada para vomitar en el retrete.

-Ya, ya, déjalo salir - Decía el alfa dando palmaditas en su espalda - Ya, ya.

-Creo que estoy- - Tan pronto como levantó el rostro, NamJoon sintió las nausea otra vez y volvió a vomitar.

-Tranquilo, cariño - Decía el alfa, apenas inmutado - Aquí estoy, no te preocupes.

El alfa intentaba lo mejor que podía calmarlo con su olor hasta que finalmente NamJoon sacaba la cabeza del váter y sonreía cansino, dejando en claro que ya se sentía mejor. El omega se acercó a él con intensión de besarlo, pero JungKook lo detuvo con un movimiento algo exagerado.

-Eh, te amo mucho, pero lávate la boca - NamJoon solo rió.

Pero no todo era malo. Algunas cosas eran divertidas, como elegir el nombre de sus hijos.

-Hmm... SoYeon siempre me pareció un nombre precioso - Decía NamJoon - Pero Somi también suena muy bien - Hizo un puchero.

-Ya, se llamarán Cosa uno y Cosa dos, problema resuelto - El alfa gruñó - Ahora a dormir.

-¡Kookie! - Gimoteó - Hablo en serio. Son los nombres de nuestros bebés.

-¿Y no pueden esperar hasta mañana?

-¡No!

También hubo que preparar el cuarto de los bebés. Pronto el antiguo estudio de JungKook se convirtió en un colorido cuarto repleto de jugetes y dibujos de caricaturas. Lo habían pintado, decorado y finalmente había quedado precioso.

NamJoon mecía levemente la cuna, sonriendo e imaginando a sus cachorros ahí. De pronto sintió un dolor diferente a los demás, y sus ojos se abrieron de sorpresa.

-¡JungKook! ¡Ven acá!

-¿Qué pasó? - Preguntó el alfa, nervioso.

-Toca - Tomó su mano con fuerza y la puso sobre su vientre.

Esperaron unos segundos en total silencio, JungKook seguía sin entender el motivo de la emoción de NamJoon, hasta que sintió un leve golpe cerca de donde estaba su mano, junto con un leve gruñido del omega.

Eran las patadas de sus bebés

-Esto es...

-Hermoso, lo sé.

Después de todo, aún con todo y sus "Detallitos", el embarazo de NamJoon seguía siendo algo maravilloso.

𝗣𝗿𝗲𝗴𝗻𝗮𝗻𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora