Prólogo

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"Sostén tus manos contra tu pecho y dime qué encuentras.
Desde dentro de ti sale un gorrión y ve sin sus ojos.
No olvides quién eres aunque estés herido.
Estás atrapado en un alambre que pronto se romperá."

The River - Aurora.

Goteo, goteo, goteo...

El sonido de las gotas cayendo con ímpetu en el lavabo generaban un notable eco, haciendo que Seungmin se percatara del ruido.

Goteo, goteo, goteo...

La intensidad de aquel patrón comenzaba a irritar el oído del chico; su cuerpo comenzó a moverse y empujar ligeramente a la persona que estaba a su lado para que acabara con dicho sonido.

Goteo, goteo, goteo...

Repitió aquel movimiento un par de veces, esperando a que Minho se levantara y apagara aquella orquesta de sonidos tan molestos.

Goteo...

Seungmin se tensó y dejo de empujar; la cama donde estaba descansando se sentía un poco incómoda y las sábanas parecían ser de una tela rasposa, contrarias a las suaves y cálidas que siempre había tenido.

Goteo, goteo...

Seungmin apretó con fuerza la tela que cubría su cuerpo. Un ligero aroma a vainilla inundó sus fosas nasales, producto de las sábanas, remplazando el característico lavanda que siempre habían tenido.

Miedo.

Seungmin tuvo miedo. Llevó los brazos alrededor de su cuerpo tratando de hacerse bolita.

"Seguro es un mal sueño. ¡Por supuesto!"

Tomó varias respiraciones lentas y profundas tratando de calmar sus nervios y volver a dormir.

Goteo, goteo...

Seungmin no podía conciliar el sueño. Los pensamientos estaban martillando su cabeza, haciéndole tener un revoltijo de sensaciones para nada agradables.

"Es solo una pesadilla".

Se repitió a sí mismo.

"Una pesadilla de la que pronto voy a despertar."

Goteo...

Aquel mantra logró calmarlo por unos segundos, pero entonces, un brazo se colocó alrededor de su cintura y fue atraído hacía el cuerpo que estaba detrás de él.

No era Minho.

El aroma que siempre desprendía su novio era fuerte; el jabón y lociones caras que utilizaba, hacían que tuviera un olor a madera y almizcle. La persona a su espalda olía a algo más suave. Coco ¿Quizá?

Por otro lado, Minho jamás lo abrazaría mientras duermen.

La actitud un poco fría del castaño y citando al cansancio que tenía al llegar del trabajo, hacían que Minho pidiera su propio espacio para descansar a gusto, incluyendo la hora de dormir.

La cama era lo suficientemente grande para que ambos durmieran alejados el uno del otro. Siempre era así.

Goteo...

Seungmin tomó dos respiraciones profundas antes de abrir sus ojos.

Su vista tardó en acostumbrarse a la luz tenue y débil que la Luna brindaba al lugar. El ventanal que estaba a unos pasos de la cama estaba abierto, dejando al viento trazar su camino al interior mientras movía las blancas cortinas que decoraban la habitación.

Afterglow - HyunMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora