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manjirō era un sueño.
era el alfa perfecto.
fuerte, dominante, gracioso, bueno, bondadoso, bello. era perfecto. no por nada era el más popular del colegio.
todo omega (y varios betas) de ese colegio moría por aquel aroma tan dulce de chocolate y menta. ni decir las mujeres omegas en sí. ellas estaban completamente perdidas en el aroma que mikey llevaba impregnado cada día.
cuando estaba de buen humor, muchos omegas solían caminar cerca de él para impregnar sobre ellos el aroma que manjirō dejaba salir. tan dulce, calmante y todo lo bueno que te podrías imaginar.
era el capitán del club de karate, y también manejaba durante algunos días el dojo de su abuelo. cuando el colegio se enteró de esto, no se hicieron esperar los alumnos como locos anotándose.
incluso alfas que sólo querían saber cómo es que manjirō era tan popular.
en fin. manjirō era el sueño de cualquier persona de casta menor a alfa en aquella preparatoria (y otros lugares, por ejemplo, el café donde trabajaba mikey los miércoles y viernes).
(esos días se llenaban tanto que debían cerrar el negocio horas antes de la hora acordada, pero las ganancias de esos días lo valía).
y claro, takemichi no era la excepción de esos omegas y betas.
osea, sí era una excepción (no era un obsesionado acosador). sólo le gustaba manjirō, pero manjirō obviamente siquiera lo había mirado alguna vez.
él no era bonito, no desprendía una belleza deslumbradora. no tenía algún talento que llame la atención, era un inútil más en este mundo. no era sociable, por lo que hablaba poco y nada con cualquier persona que no sean sus amigos.
no tenía notas particularmente destacables, sobrevivía a los golpes de su madre a partir de puros 60, pero nunca llegaba a los 90.
no tenía feromonas que llamaran la atención...
porque era un beta. sí, un simple beta azabache (el color más natural, luego del castaño), de ojos celestes (comunes según él), y con una personalidad poco especial.
llorón, debilucho, manipulable.
claro, sus amigos nunca le decían tales cosas. ellos decían una y otra vez que él era precioso, con un pelo tan suave, unos ojos tan dulces y llamativos, que el ligero olor que desprendía (que era una fragancia) era adictivo.
que él era tan bueno, tan humilde, tan fuerte a su modo.
no les creía. es decir... sus amigos eran baji keisuke, un alfa dominante tan atractivo que incluso él se hizo bolita todo sonrojado después de verlo.
matsuno chifuyu, su compañero y mejor amigo, un omega de cuerpo hegemónico y perfecta sonrisa. el omega de baji.
tachibana hinata, una, también, omega. dulce, suave, tranquila, bonita. popular entre alfas. a ver, incluso muchos chicos populares se han declarado a ella.
