Verde » xiaoaether.

✦ Único

-¿Hasta cuando vas a tener a este gato? -fue la pregunta que Xiao soltó mientras escribía en su cuaderno completamente verde... como su jersey y como sus vans. Ajá, un color bastante peculiar en una persona.

Y no fue un detalle que se le escapó a Aether.

El cabellos de azabache con mechas verdes acarició al minino de pelaje amarillento de manchas marrón-anaranjado que se hallaba sobre su regazo.

-Sabes que en este edificio no permiten animales. -volvió a hablar. La risa ajena se escuchó como una suave melodía a los oídos de Xiao, marcándole los leves hoyuelos que se asomaban.

-¿Y qué querías que hiciera? ¿Dejarlo en la calle en esa incómoda caja? No. Además mientras el recepcionista no se entere, no habrá problemas. -contestó, acariciando la peluda tripa del felino. El de luceros ámbar lo miró inquisitivo.

-Supongo que sí... pero es un gato. Los gatos se escapan y vuelven a casa. ¿Qué excusa pondrás si Diluc ve a un gato entrar en tu apartamento? -cerró su libreta y se apoyó de espaldas en la cama.

Ambos en el suelo, sentados apoyados en ese mueble, mientras sonaba de fondo alguna canción de jazz. Xiao estaba acostumbrado a que Aether, su vecino, pusiese jazz y de hecho, gracias a él que le empezaba a gustar.

Había conocido al rubio hace meses. Eran vecinos, vaya. Antes ni se hablaban más allá de los triviales "Buenos días" de mañana. Pero ahora que ambos eran cómplices de cuidar a un gato que fue abandonado, tenían que ser más cercanos.

-Pues le diré que simplemente es un gato callejero que se ha colado. -el sol  le restó importancia al asunto, observando la pálida mano del chico acariciar una de las orejas del gato.

-¿Le has puesto nombre? -preguntó, levantando su mirada hacia el contrario. El más alto miró al techo, apoyando su nuca en la cama, pensativo-. Lo tomaré como un no.

-No soy bueno con los nombres... -respondió- ¿Alguna idea?

-Ni idea. -Xiao se encogió de hombros, pegando sus piernas a su pecho y así poder abrazarlas. Su mirada calmada recorrió a su vecino con disimulo. Escrutó sus pomposas mejillas. Su pelo. Su forma de vestir y aquel característico tatuaje.

Verde. Verde.

Y verde...

Entonces agarró al minino y lo alzó en el aire entre sus manos. El peludo miró al joven con sus dos grandes ojos color amarillo, moviendo lentamente su cola de un lado a otro. Aether esbozó una pequeña sonrisa.

-Ya sé cómo voy a llamarlo. -dijo de repente, cortando el silencio únicamente interrumpido por el jazz. Xiao lo miró con curiosidad-. Lo llamaré Green.

-¿Uh? -preguntó el otro extremadamente confuso- ¿Por qué "Green"?

-Uhm... quién sabe. -se encogió de hombros, haciéndose el interesante. Escuchó al otro bufar por lo bajo y gruñir, y no pudo evitar pensar que había acertado con el nombre.

Son casi iguales, pensó.

-Me recuerdas a un gato. -habló de repente y de nuevo, el portador de tatuajes lo miró sin entender.

-¿A un gato? ¿Por qué? -ladeó la cabeza arrugando suavemente el ceño.

-Eres pequeño como uno, gruñes como uno, y tienes... -le tocó con la punta de sus dedos el mentón y las mejillas de Xiao, observando aquellos ojos que desde el primer momento le habían parecido realmente hermosos- Una mirada felina increíblemente encantadora. -ante eso, el joven de baja estatura se sonrojó bastante y alejó rápidamente su rostro de los dedos del rubio.

¿Qué estaba diciendo? ¿Acaso estaba coqueteando con él? Tragó saliva y carraspeó para disimular sus mejillas color cereza, viéndose adorable a los ojos impropios. Aunque tarde, porque Aether había grabado a fuego en su mente aquella imagen del de hebras verdosas sonrojado y nervioso.

-Eres rarísimo. -contraatacó tratando de disimular su nerviosismo con su típica voz monótona, abriendo de nuevo su libreta sobre información de plantas y tratando de leer. El blondo rió suavemente y apoyó su cabeza en el hombro de su vecino.

-Puede ser. -observó al minino subirse encima de la libreta del joven arisco-. Le agradas. Supongo que sabe reconocer a los de su especie. -bromeó. El contrario bufó y agarró al animalito con delicadeza.

-Y tú... Tú... Ugh. Eres tan extraño. Nadie en su vida me dijo que parezco... un gato y encantador... -susurró de nuevo avergonzado, escondiendo su rostro en el animal para ocultarse que incluso sus orejas estaban rojizas.

Aether esbozó una sonrisa y dejó una tierna caricia en su cabellera, sintiendo el suave toque en su mano. Dejó escapar un suspiro mientras ponía un mechón detrás de la oreja viendo como las mejillas pomposas de su acompañante que tenían ese tenue rubor, le parecía una persona tiernamente arisca.

-Me alegra saber que soy el primero, gatito.

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