One-Shots| Adrien Agreste/Chat Noir y tú

👮🏽‍♂️Una noche en la celda👮🏽‍♂️

Adrien A. / Chat Noir x Lectora

—¡Ladybug y Chat Noir golpean a los malos todos los días y nunca los ví en una celda de comisaría! —Una voz femenina resonó por el pasillo que llevaba hacia las celdas.

—Ladybug y Chat Noir son héroes que se encargan de proteger París.

—Gracias, oficial Roger. Tomo nota de que, a la próxima, mejor dejo que le roben el bolso a la pobre ancianita —se quejó la pelirosa mientras el policía buscaba las llaves para abrir la celda.

—No estas aquí por salvar su bolso, estas aquí por noquear al ladrón...

—¡Yo lo ví muy necesario para salvarnos! —continuó con su defensa.

—¿Y colgarlo en ropa interior de una farola también era necesario? —hablo con sorna mientras tomaba el brazo de _____ y le quitaba las esposas.

—Se lo merecía por andar robandole a ancianitas —dijo la pelinegra, Cindy.

—Debían deja la justicia en manos de los profesionales —dijo liberando las manos de Cindy antes de hacerla entrar a la misma celda que su amiga—. Pasarán la noche aquí, pónganse cómodas.

Ambas bufaron derrotadas y se sentaron en el banco que tenían detrás al ver que no podrían hacer más por salir. Voltearon a inspeccionar la celda y notaron por primera vez al grupo de cuatro jóvenes que se veían consternados.

—¿Primera vez? —hablo Cindy con gracia al ver a una de las chicas a punto de romper en llanto. El chico con gorra asintió y miro a las ingresantes.

—¿Y ustedes? —hablo el rubio bonito sin despejar su vista del techo. _____ lo conocía, más bien todo París lo conocía, su cara empapelaba la ciudad.

—Perdí la cuenta luego de la decimoquinta —bromeo la pelirosa, quitandole una sonrisa a su amiga y un intento de sonrisa a los chicos, aunque su temor era más grande—. ¿Y cómo llegaron aquí?

Ambas los veían como cuatro jóvenes que no matarían ni a una mosca. ¿Qué habían hecho para llegar allí?

El de gorra abrazaba a la castaña protectoramente, como si temiese soltarla y que alguien en la celda saltase sobre ella a asesinarla. Algo estúpido teniendo en cuenta que ellos seis eran los únicos allí, y no se veían como asesinas en serie. Solo habían colgado a una farola, por una justa razón, a un hombre.

Ambos de lentes se veían preocupados, pero no se comparaban a la expresión que traía la de coletas. Parecía que recrearía el río Sena allí dentro de dejar caer las lágrimas que contenía. Estaba temblando y se aferraba al brazo de su amiga con una fuerza que haría hasta doler.

En la otra esquina del grupo, uno de los rubios más conocidos de París apoyaba su cabeza contra la pared derrotado. Su cara reflejaba desconsuelo, no tanta preocupación, sino más bien tristeza.

—Fuimos a una fiesta —empezó a explicar la de lentes—. De repente llegó la policía y no llegamos a escapar, todos se habían amontonado en la salida.

—¿La fiesta pasando el panteón? —cuestiono Cindy alzando las cejas.

—Esa misma —respondio el de gorra.

—Vaya, para allí íbamos nosotras hasta que nos cruzamos a un ladrón—volvio a hablar la pelinegra.

—Si no veníamos aquí por una razón, sería por la otra —bromeo con tranquilidad la pelirosa, ocasionando una risa en su amiga.

—Cierto, al menos vinimos como heroínas. Ladybug y Chat Noir un poroto al lado nuestro.

Ambas soltaron una carcajada por lo dicho y la pelirosa notó que, por primera vez desde que se sentaron, el rubio había quitado la vista del techo para voltear a verlas.