Capitulo 3

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Al despertar me encuentro junto a una chica rubia, con ojos azules y una piel muy blanca. Es muy hermosa, creo que es mi mamá .
Muchos recuerdos llegan a mi memoria, recuerdo que mi nombre es James y mi madre es Anne Blod y mi papá es Mario Blod. Me encuentro en mi habitación y tengo un pequeño corte en mi dedo índice .

-Cariño que bueno que despertaste- me dice mi mamá . Ella sonríe mientras besa mi frente.

Al mirarme al espejo veo que tengo una marca en mi frente, recuerdo que me la hice mientras montaba en bicicleta junto a... junto con.... Pues ahora no recuerdo junto con quien iba montando en la bici.

Estoy muy feliz al ver a mi papá llegar a casa. Viene como siempre con su traje impecablemente limpio y con un porta folio en la mano.

-Cariño James y yo te estábamos esperando para cenar- dice mi madre mientras mi padre pone cara de no entender nada.
Mi mamá me mira y sonríe, pero yo me quedo muy concentrado mirando los Simpson, así que no se qué pasa luego de que mis padres suben a su habitación .

15 años después
- Esta noche nos iremos a cazar , veras que es genial- le decía a mi hermana Lía .
Ella no parecía muy segura de eso, pero beber solo sangre de animales no era muy bueno para ella.

Mi nombre es James Blod, tengo 21 años y vivo en Londres. Toda mi familia está compuesta por seres sobre naturales y aunque estamos por así decirlo ocultos del mundo real, la mayoría de mis amigos lo son. Hay muchos hombres lobos, brujas y vampiros. Nosotros somos vampiros, de ahí viene nuestro apellido Blod .

Quiero enseñarle a mi hermanita todo lo que debe aprender sobre la caza.
Normalmente nosotros no cazamos a cualquier presa , solo a personas miserables que se lo merecen.
Mi presa favorita son los pedofilos , a esos los toruto y luego los mato.

-Entonces nos vamos ya Lia? - le preguntó algo inquieto a mi hermana.
Ella asiente y ambos estamos casi al salir por la puerta de la mansión en la que vivimos y mi padre nos detiene.

-Donde creen que van?- dice desde el piso superior.

Lía y yo nos miramos he intentamos mentirle , pero aparece nuestra madre y le cuenta a mi padre nuestro plan. A veces se nos olvida que ella puede leer nuestras mentes, así que por mucho que ocultemos nuestros pensamientos ella siempre los sabe.

-Mama!- exclama Lia enojada.

Nuestra madre sonríe burlonamente y acaricia a mi hermana.
-Mamá que te he dicho de leer mi mente?- le reclamo , a lo que ella pone cara de inocente y responde riendo.

-No dijiste nada de no leer la de Lia- dice a su favor.

Salimos de la casa a cazar, yo tenía una red con algunas púas y Lia tenía un garrote . Hoy nos divertiríamos mucho, así que podía sentir como Lia se emocionaba.

Al salir a la calle nos paramos cerca de una cárcel, estábamos esperando que saliera algún desgraciado de ahí . En ese momento vi a la presa indicada , era rubia, tenía como unos 40 años, se veía desaliñada y pude escuchar lo que pensaba. En ese momento sentí los gritos de un niño, venían desde su cabeza. El niño soltaba gritos desgarradores y a ella eso le causaba placer.

La venganza de Arthur Labinjo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora