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A pasos rápidos y poco estables habían dejado atrás el camino de hielo, siendo guíados por el mayor de ambos, quién mantenía el agarre de sus manos entrelazadas en todo momento.

Ni siquiera pasaron de la entrada principal cuando Focus sintió los labios ajenos sobre los suyos, su espalda pegada al portón que ni tuvieron que abrir para acceder al terreno y las manos contrarias posicionadas sobre sus caderas.

No era un beso apresurado cómo podría suponerse, los movimientos lentos caracterizaba el contacto, además que estaba lleno de cariño; tal cuál los besos que solo Fargan le sabía dar.

Unos cuantos segundos después, el búho le dio la libertad de recuperar el aliento, mientras dejaba un leve camino de besos por la mejilla ajena, a la vez que le despojaba de la máscara que cubría medio rostro.

ㅡFocus... ㅡLe mencionó en un murmullo cuando sus labios estuvieron cerca de la oreja; un suspiro por parte del mencionado lo hizo sonreírㅡ. Subamos al nidido de amor.

La afirmación con la cabeza fue lo que necesitó para nuevamente sostener una de sus manos y dirigirse hasta el corazón que sobresalía entre las altas murallas, cortesía de un habitante del pueblo dos.

Una vez estuvieron sentados sobre las suaves sábanas de la cama matrimonial, la sesión de besos continuó por varios minutos más; hasta que, entre éstos, Fargan terminó sentado sobre los muslos del menor, tornando dichos besos al siguiente nivel.

Él mismo se encargó de retirarse la propia máscara, y tirarla por algún lugar de la habitación cuándo se tomaron una pausa para respirar; una de sus manos se dirigió hasta su bolsillo para sacar el objeto que iban a utilizar.

Algo que al mayor le gustaba de Focus, era la manera en la que casi siempre podía intuir qué podría ocurrir a los segundos de la situación; tal cómo ahora, que sin necesitar alguna instrucción, sostuvo la cuerda sin dudar de sus movimientos y seguidamente juntó los labios del castaño con los propios en un nuevo beso lujurioso.

Teniendo la relación que ellos llevaban, el cuervo terminó perdiendo una buena parte de la vergüenza que a veces lo dominaba, también había aprendido a tomar la iniciativa en ocasiones específicas, tal como la de ahora.

ㅡPuedes hacer lo que quieras ㅡLa voz de Fargan salió acompañada de un suspiro luego de inspirar aireㅡ. Átame... No lo hagas... Lo que tú quieras, Focus. Hoy estoy a tu merced.

Una sonrisa ladeada hizo aparición en los labios del mencionado ante la idea que cruzó su mente por tales palabras.

ㅡVale ㅡRespondió con un tono rasposo, consecuencia de haber estado callado tanto tiempoㅡ. Levanta los brazos, entonces.

El búho no tardó en realizar lo pedido, otro suspiro abandonó sus labios cuando las manos ajenas terminaron en la parte inferior de la camiseta que llevaba. Dicha prenda quedó en el suelo en cuestión de segundos.

Focus se tomó su tiempo en volver a hacer con exactitud los nudos que se le habían enseñado antes, disfrutaba de ver la desesperación en la mirada del contrario cuándo pasaba la cuerda sobre su cuerpo con exagerada lentitud; y en ocasiones, con la mano que sostenía una de las puntas de la soga, presionaba levemente sobre uno de los muslos del castaño, peligrosamente cerca de su entrepierna.

Una vez su trabajo estuvo terminado, con un ágil movimiento dejó a Fargan recostado sobre la amplia cama para observar su obra desde arriba.

Había una gran diferencia entre lo que hicieron en aquel garaje a lo actual; a pesar de que eran los mismos nudos. La piel expuesta del búho siendo aprisionada por la cuerda lo hacía mucho más atrayente.

Modification • FarcusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora