A Starless Galaxy

Huellas Del Pasado (Parte 1)

“—Si pudiera... Atravesaría el pecho de ese monstruo con mi sable...”

Ella había crecido oyendo esas palabras, el monstruo, el monstruo que había sido Darth Vader, su traición a la Orden Jedi, y todo lo que su maestro alguna vez creyó.

“— Si tan sólo pudiera volver atrás...”

Él solía decir, presionando los dientes entre ellos con tal fuerza, produciendo un horrible sonido, que aún la perseguía hasta éste día... Él siempre había sido tan amable, siempre sonriendo, solía reprenderla con suavidad cuando llegaba a cometer algún error, y aún así... Su maestro tenía tanto odio contra él, el monstruo... Darth Vader, aunque no siempre solía llamarle así, en ocasiones solía llamarle por aquel nombre que alguna vez llegó a tener... Se enteró pronto que su maestro había muerto a manos de ese mismo monstruo, y ella aún poseía su trenza de Padawan... Aún cuando tenerla era tremenda sentencia de muerte en el Imperio... Pensó entonces, que si llegase a tener la oportunidad? Cumpliría el deseo de su maestro... Si algún día llegase a estar cara a cara con Darth Vader... Clavaría su sable de luz a través de su pecho...

Obi-Wan caminaba a través de la Sala de las Mil Fuentes, en camino a reunirse con su antiguo padawan, aún le parecía increíble el pensar que apenas había pasado una semana desde que Anakin fuera nombrado como Caballero de la Orden, y no es que el joven tanto descarado, como imprudente, no mereciera dicho, y claro que Anakin había hecho grandes progresos desde aquel primer día en que había sido traído al templo, Obi-wan se detuvo un momento, recordando aquellos primeros años... Había estado completa y totalmente destruido sobre la muerte de Qui-gon, pero se lo había prometido a su maestro y, se lo había prometido a Anakin, así que, tras el funeral de Qui-gon, y el apresurado regreso de Naboo a Coruscant, el joven, recién nombrado caballero Jedi, había ido a parar a la sala del Consejo, a pedir a Anakin como su Padawan, si bien ya le había dado algo similar a un ultimátum a Yoda, y hoy por hoy temblaba, meneando la cabeza en cariñosa incredulidad hacia su yo más joven, sus palabras resonando en su cabeza “Entrenaré a Anakin, con o sin la aprobación del Consejo si debo” Ahora entendía la respuesta del Gran Maestro Yoda, realmente había actuado con el mismo desafío que Qui-gon alguna vez mostraste... De preguntó internamente por un momento ¿A dónde habría parado esa valentía? Hoy en día no era capaz de decir que no al Consejo, Obi-wan quería pensar que se debía a que había madurado, El Consejo entonces había tomado su petición con desconfianza, pero al final habían cedido, todos salvo uno, Maestra Alarrha Lhev, la, aparentemente joven mujer Echani, una empata de la Fuerza, quien era también una guerrera formidable entre La Orden, quien había entrenado a Soara Antara, una de las duelistas más virtuosas entre los Jedi, y una instructora de duelo para las generaciones más jóvenes, y mientras la Maestra Alarrha ya no se especializaba en el duelo ya más, era sabido que ella era una gran empata de la Fuerza quién, ayudaba en más de una ocasión a los sanadores mentales alrededor del templo, la Echani se puso de pié de su asiento, su largo cabello plateado cayendo de su hombro derecho, donde descansaba.

— ¿¡Realmente vamos a permitir esto!? ¿¡Entregarle a un NIÑO apenas nombrado Caballero, la responsabilidad de cuidar y criar a otro!?

Exclamase con un acento pesado, que los años no habían sido capaces de retirarle, Obi-wan se encogió levemente, si había alguien capaz de decidir si los jóvenes eran mentalmente capaces para ser tomados como padawan, era ella, si ella decía que Anakin no estaba listo, El Consejo la escucharía sin chistar...

— El Caballero Kenobi, es ciertamente capaz de tomar a Skywalker como su Padawan.

El Maestros Windu dijo de repente, mirando directa y fijamente a la Echani, quien no pareció en lo mínimo impresionada por la mirada dura del Maestro Windu, y contra atacó con la propia.

— No estoy dudando de las capacidades del Caballero Kenobi, Maestro Windu, por favor no me interrumpa antes de escuchar.

Mencionara ella severamente, la mirada aún fija en el otro Jedi, que incluso el Gran Maestro Yoda golpeara su bastón contra el piso de mármol de la sala.

— Escuchar lo que la Maestra Lhev tiene que decir, debemos.

Y con eso, la cámara del consejo se quedó en silencio, un terror frío corrió por la espalda de Obi-wan.

— Tal como dije antes, no dudo de las capacidades del Caballero Kenobi, sin embargo, seamos honestos, el joven Skywalker no es un simple chiquillo de la Crèche del templo, criado dentro de la orden Jedi desde una edad muy temprana, como la gran mayoría de nosotros ha sido... El Maestro Yoda lo ha dicho él mismo, ha sentido un gran temor en el joven chico, y yo también lo he sentido, no solamente tiene temor dentro de si, sino el apego propio de un niño que ha crecido con el cariño de su madre biológica, cosa que ninguno de nosotros podemos decir que entendemos, en lo absoluto, recordemos que la mayoría de nosotros fuimos traídos al templo a una edad muy temprana, mucho más que Skywalker, y vivimos nuestra infancia en la seguridad de la Crèche del templo, antes de ser elegidos como padawan por nuestros maestros, él vivió en el mundo de allá afuera, en condiciones mucho menos que idóneas, fue un esclavo, y eso es capaz de marcar un alma y una mente, cuál pocas cosas pueden...

El Consejo se mantuvo en silencio hasta que la maestra Alarrha terminó de hablar, Obi-wan estaba completamente mudo, y aún cuando no había estado ahí, cuando el Maestro Qui-gon había encontrado a Anakin, apenas podía imaginarse la vida lejos del templo cuál él mismo la había vivido durante su infancia, aún menos la vida de un esclavo.

— Su sugerencia, ¿Cuál sería, en ese caso Maestra Lhev?

El Maestro Yoda finalmente comentó, y Obi-wan no deseaba pensar en las posibilidades, si El Consejo se rehusaba, Obi-wan tomaría a Anakin por su cuenta y se largaría.

— El Caballero Kenobi entrenará al joven Skywalker, pero yo sanaré su mente, le ayudaré a desenvolverse en este nuevo ambiente que se le ha presentado, no es como si tengamos la intención, o el poco sentido común, de intentar que el chico corte su pasado por completo, y moldearlo a la imagen que nosotros creamos correcta, esa es una receta segura para el desastre...

— Ha sido la forma en que se han entrenado todos los Jedi desde generaciones pasadas

Mencionó severamente el Maestro Windu, la Maestra Alarrha volvió su penetrante mirada hacia el Korun Jedi.

— Claro, Maestro Windu, con menores de meses y de tres años en adelante, no con un esclavo, que ha sido torturado la mitad de su infancia... En lugar de forzar nuestras visiones de lo que Él Elegido, debería ser, intentemos ayudar, después de todo, eso es lo que nosotros, como Jedi, se supone debemos hacer, ayudar a los demás...

Obi-Wan suspiró, no había notado que estaba aguantando el aliento desde que la Echani se había puesto de pié, entrenaría a Anakin, cumpliría las promesas que les había hecho a ambos, a su maestro y a Anakin.

No fue fácil al principio, Anakin estaba demasiado aterrorizado de hablar con Alarrha, creyendo que si demostraba algún tipo de debilidad, sería expulsado de La Órden, a Alarrha le estaba dando problemas el hacer comprender al chiquillo que el mostrar sus sentimientos ¡No era una debilidad! No ayudaba en mucho al asunto el hecho de que cada vez que Anakin sucumbía a algún arranque emocional, Mace Windu le mirase con el ceño fruncido, cuál si la acción fuera la cosa más imperdonable del universo... Pero la Maestra Alarrha logro poco a poco romper esa dura coraza dentro de la cuál el menor se había encerrado a sí mismo, con la ayuda de Obi-Wan, quien lentamente se ganó la confianza del menor, lograron tacklear ese miedo siempre presente del niño... Pero aún faltaba un largo camino.