Un Beso De Navidad

Parte Unica

Joaquín siempre ha sido una persona muy alegre, toda su vida de ha resumido en ser positivo ante todo, intento hacer tantas cosas en la escuela y en cada una de ellas fallo. El ser del equipo de fútbol como su hermano, no fue lo suyo, al igual que el equipo de debate, basquetbol, ctosscontri, presidente estudiantil, es mas prácticamente paso desapercibido en la escuela de no ser por unas cuantas personas que lo reconocían por su hermano.

Realmente eso no le molestaba en lo absoluto, el pasar desapercibido tenía sus ventajas.

Sus relaciones familiares son buenas se lleva muy bien con su madre al igual que con sus padre. Con su hermano que es mayor por tres años es una relación extraña, está seguro que se quieren, sin embargo Axel no lo demuestra como él lo hace, a veces es grosero, lo insulta, etc.

Quisiera decir que su vida cambió cuando entró a la universidad pero se quedó igual, sigue pasando desapercibido, su hermano aun lo trata mal, al menos cuando no esta frente a su novia, que por cierto es su unica amiga y romie de la universidad.

Su vida amorosa ha sido buena, su primer novio fue a los dieciséis , no duró más que un par de semanas, desde entonces ha tenido siete novios hasta sus ahora veintiún años, algunos corazones rotos y uno que otro amor pasajero.

O al menos quiere convencerse de que es así, pues antes de tener su primer pareja descubrió su amor por el mejor amigo de Axel, incluso le escribió una carta declarándosele, pero jamas recibió respuesta así que lo tomó como un rechazo, que superó o al menos trata de convencerse de eso.

Quiza tendría que ver que su hermano prohibió a todos sus amigos, el que salieran con él, pues unos cuantos eran bisexuales o gays.

Se levantó de la cama intentando dejar de pensar en eso, de alguna manera extrañaba el verlo a diario como cuendo eran más jóvenes, ahora lo veía unas cuantas veces al año pues estudia medicina en otro estado así que solo cuando hay vacaciones puede hablar un poco con él, a pesar de que los padres de ambos son vecinos.

Salió de su departamento, caminando por el campus en busca de un lugar para leer su libro tranquilamente, al ver un arbol con una buena sombra decidió sentarse ahí, reanudando la lectura. Normalmente haría algo más divertido, pero su amiga está con su hermano y no quiere importunar, así que prefiere fingir que tiene algo que hacer. Podría ir con su padres que le quedan a media hora, pero no tiene ganas de conducir y mañana tiene una clase.

Por un momento su mente lo llevó a cuando salió del closet, tenía trece y lo unico que recuerda son los gritos de su madre emocionada diciéndole que lo amaba una vez que se lo confesó, toda su familia está bien con que sea gay, así que no le importa lo que piensan los demás.

—Joa Joa —susurró una voz muy emocionado.

El castaño subió la mirada, sabía a quién le pertenecía esa voz, sin embargo pensaba que su mente le estaba jugando una mala pasada, ya que su imaginación era muy buena y muchas veces le había hecho algo así.

Subió la mirada lentamente con algo de temor, sorprendiendose al ver a Emilio frente a él, sonriendole, tan lindo como lo describió en aquella unica carta de amor que ha echo. Su cabello rizado negro, ojos cafés oscuro, alto, gran físico y por supuesto una sonrisa que deslumbra a todos.

— ¿Qué haces aquí?—intrigó Joaquín de  inmediato.

— Continuaré estudiando aquí mi especialidad —contestó el mayor mientras, sentaba aun lado del castaño dedicándole una sonrisa— Mi madre dice que me extraña y que sería mejor si estoy cerca más en estas fechas casi navideñas, así que pedí mi cambio, así que nos veremos seguido.

El menor solos asintió, realmente no sabía que decir, se alegraba por supuesto que si, sólo que también le causaba miedo de que sus sentimientos volvieran a regresar, cuando era obvio que no era corespondido. Emilio siempre salió con chicas lindas o chicos demasiado lindos y populares, pues él mimo lo er ya que al igual que su hemeano jugaba fútbol, lo que les garantizo exito en la escuela... No como él que no es nada de eso.