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Luka

Eran aproximadamente las 6:34 am, abrí mis ojos gracias al molesto ruido del despertador, lo apagué y me senté sobre mi cama sin ganas, ¿a quien le dan ganas de levantarse un Lunes por la mañana ?, mire al otro lado de la habitación y ahí estaba mi hermana todavía durmiendo, me levante y me dirigí al baño, me mire al espejo y tenía cara de zombie, me quite todas mis ropas y entre a la ducha abriendo la regadera en agua caliente para relajarme un poco, después de ir al trabajo tendría que ir a la universidad, tengo un examen importante y me siento nervioso.

Salí del baño con una toalla rodeando mi cintura, mi hermana ya se había levantado, al igual que yo, no tenía una buena cara

—bueno días —le sonreí mientras caminaba a mi ropero

—¡¿que tienen de buenos?!— bufo, se levantó de mal humor de su cama

Un poco nervioso la mire, se enredó una de sus camisas en la cintura enojada

—amm...¿todo bien?— le pregunté algo nervioso —parece que te levantaste al lado izquierdo de la cama— bromeé, mientras tomaba una camiseta de mi armario, ella con mirada asesina se acercó a mi...yo la mire con miedo y retrocedí

—¡¡escúchame couffaine!!, ¡¡NO ESTOY DE HUMOR HOY!!, ¡¡siento que los malditos ovarios se me van a estallar!!, a si que, si no quieres recibir una patada en los huevos de aquí a que termine el día ¡¡mantén la boca cerrada!!— dicho eso se lejos de mi y se dirigió a uno de sus cajones sacando una toalla femenina, a pasos enfurecidos entró al baño dando un fuerte portazo.

Ahora entendía por qué estaba de mal humor y bueno ciertamente juleka cuando está en sus días no es...un amor de persona, a si que es mejor darle su espacio para que se calme y se relaje

Me vestí como habitualmente lo hago para ir al trabajo, juleka y yo en la mañana trabajamos en una cafetería y en la noche vamos a la universidad.

Salí de la habitación y me dirigí a la parte de abajo de la casa, cruce el comedor y ahí se encontraba nuestro "padre adoptivo" o bueno eso es lo que se supone que es...pero yo nunca lo consideré mi padre, y él tampoco nos considera sus hijos

—buenos días señor Agreste—dije con seriedad mientras caminaba hacia la cocina, él ni siquiera me volteo a mirar solo me ignoro, estaba acostumbrado a ese tipo de cosas a si que no me sorprendí

A esta hora la cocina está vacía a si que aprovecho a hacer el desayuno para juleka  y para mi, desde que la señora Emilie desapareció tuvimos que buscar trabajo para poder sobrevivir mi hermana y yo ya que el señor agreste nos dijo perfectamente...

"Si quieren comer y tener algo de dinero ¡tendrán que conseguirlo por su propia cuenta!, yo no los voy a mantener,  ¡a si que trabajan o se mueren de hambre!, ¡¡no me importa!!"

Di un suspiro al recordar sus palabras mientras volteaba el panqueque en la sartén, desde muy temprana edad fuimos obligados a trabajar, pero gracias a eso salimos adelante.

Paso un rato un rato y juleka hizo presencia en la cocina, la mire y estaba un poco más calmada.

—¿como te sientes?— le sonreí

—horrible— me dijo sin ganas, tome una taza de té caliente que había preparado para ella, se lo extendí y  me miro un tanto confundida

—tomate esto...tal vez alivie un poco el dolor— le sonreí nuevamente de manera tierna, juleka me devolvió la sonrisa y tomó la taza en sus manos para después beber su contenido a sorbos pequeños para no quemarse, me volteé y me concentre nuevamente en el desayuno

Rosa Negra [Lukanette] MLBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora