Lauren se encuentra en una barra de un bar en una zona muy remota de Los Ángeles, bebiendo con sus amigos, pasándola bien y pensando en su ex de hace dos años, Camila.
Ex a la cual duramente no ha superado del todo.
Típico, aún no superas a tu ex y ella ha ha tenido varias parejas, pues ese es el caso de Lauren, Camila ya va por su cuarto noviazgo y Lauren aún se masturba llorando a nombre de Camila.
¿Enfermo? Sí ¿Qué si la entiendo? También.
Lauren en medio de su borrachera y posiblemente su estado de droga le dice a sus amigos que se irá del bar, yo bueno, yo yendo tras ella para cuidarla, no quiero que se haga daño, además conozco a Lauren y puede hacer mira y un locuras, así que voy detrás de ella.
Veo como Lauren se tropieza y se ríe, continúa con sus pasos un poco descoordinados hacia la parada de taxi, me quedo atenta detrás de ella a ver qué hace, si se va a su casa, me iré tranquilamente por donde vine sino, mientras camina la acompaño para que no le suceda nada malo, la noche puede traer muchas consecuencias.
Veo como se detiene y pide un taxi el cual se ve cada vez más cerca, cuando se detiene Lauren lo ve con detenimiento y niega alejándose y tapándose los ojos, el chofer solo se hunde de hombres y sigue, a saber lo que alucina ella.
–¡Guarros de mierda!– grita Lauren y yo niego con la cabeza, volvemos a lo mismo, a saber que alucinó ella.
Sigo detrás de ella a pasos lentos, con tal, muy rápido no camina, veo como saca su teléfono y trata de marcarle a alguien, posiblemen... es Camila.
Lauren se detiene de golpe y con ello, también freno de golpe, veo que llama dos veces y nada, no le agarran el teléfono ¿pero quién coño agarra el teléfono a las 3am? Nadie, sigue caminando hasta que cae a los pies de un vendedor de drogas posiblemente pero no se levanta, solo juega con sus manos tocando el suelo como si estuviera viscoso, hasta que el posible dealer la levanta y ella le agradece dejándole su caja de cigarros.
Él debe tener más cosas.
Ella sigue caminando y veo por donde la está llevando el camino. A la casa de Camila.
–No de nuevo Lauren, vamos a casa, ella ya no te quiere – digo yo pero no me oye, jamás lo hace prefiere oír a su contraparte.
