Capítulo 3

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Al día siguiente

Blue y Axel llegan al Raimon y observan a Jack limpiando los dibujos que hay en el mural mientras suspira.

–Buenos días, Jack ¿Qué estás haciendo?–pregunta Blue.

–Hasta el día del partido, tengo que limpiar el muro de dibujos. Me he tenido que levantar temprano y estoy cansado–suspira.

–Mucho ánimo, tú puedes–Blue lo anima y él asiente.

Adentro, notan a Nathan con una manguera regando todo.

–¿A ti que te mandó hacer?–pregunta Blue.

–Tengo que regar todas las plantas que hay y ventanas...–responde Nathan tranquilamente.

–Al menos no os toca entrenar solo la defensa como ocurre con nosotros–responde Blue con una sonrisa y mira a Nathan que se encoge de hombros.

La pareja llega al entrenamiento y se ponen a practicar la defensa.

–Oye, Blue ¿Cuándo se va tu primo?–Mark pregunta.

–Mañana. Hoy van a ir a ver la tumba de mi madre y hacer turismo–responde Blue y Mark asiente.

–Querría jugar otra vez con él–suspira.

–Me dijo que si queremos volver a jugar, debemos llegar al Torneo Fútbol Frontier Internacional–sonríe y a Mark le brillan los ojos.

–De acuerdo, volveremos al Torneo Frontier Internacional...¡Este año!–grita Mark extasiado.

–Sí–asiente Blue con una sonrisa.

–Mark, para eso debemos demostrar nuestra valía en el Torneo Fútbol Frontier–Kevin le informa y el capitán ríe.

–Lo sé, lo sé–asiente con una sonrisa.

El día antes del partido contra el instituto Minouzan.

Blue está en clase con la pelota en sus pies cuando la puerta se abre y se asoma el Sr. Raimon.

–Hola, ¿Puede salir Blue Shine?–pregunta al profesor quién mira a su alumna hiperactiva pero que no es delincuente.

–Claro, Señorita Shine, te llama el Sr. Raimon–indica y Blue con interrogación se levanta, tomando la pelota en sus brazos. Jude y Axel se miran, preocupados por la razón de la llamada a Blue.

Blue se va con el Sr. Raimon a su despacho mientras da toques a la pelota para calmarse.

–Blue...no has hecho nada malo. Hay otra razón de mi llamada...–el Sr. Raimon entra al despacho y observa a Seymour Hillman.

–¿Entrenador Hillman?–pregunta.

–Blue, escucha atentamente ¿vale? y mantén la calma–Hillman va hacia ella y le pone sus manos en los hombros y se agacha a su altura.

–¿Qué sucede? Me estáis asustando–indica Blue, temblando.

–Blue...tu padre...ha sufrido un accidente...ahora mismo está en urgencias–explica Seymour y Blue palidece mientras le caen lágrimas.

–¿Mi padre?–pregunta y ambos asienten con la cabeza.

Blue se pone a llorar y es abrazada por Hillman. Cuando se calma salen ambos al hospital y al llegar corre a la sala de espera, muy pálida.

En la clase

–Axel ¿Estás bien?–Jude pregunta a su amigo quién se toca el pecho con fuerza.

–Blue está llorando y sufriendo. Lo sé, algo ha tenido que pasar...–dice y se levanta.

–Profesor, necesito ir al baño–pide y el profesor le deja ir.

Corre al despacho del Sr. Raimon y toca la puerta.

–Has tardado menos de lo que me avisó el Sr. Hillman–Raimon mira la ventana mientras pasa Axel.

–¿Qué sucedió?–pregunta.

–Me gustaría decírtelo pero ya hemos perdido una buena jugadora para el partido de mañana, si te lo dijera a ti, seguramente...tampoco asistirías–explica y Axel aprieta los puños.

Axel llama a Blue y en el hospital, ella mira la llamada.

–Si le dices lo de tu padre...como tú no va a jugar al fútbol–Hillman le dice y Blue se muerde el labio.

–Lo sé...–descuelga la llamada y pone una sonrisa falsa.

–Axel–sonríe.

–Blue ¿Qué te pasó?–pregunta preocupado.

–Nada, nada, el entrenador Hillman me ha pedido que vaya con él como su aprendiz de entrenador–sonríe.

–Blue...–Axel la llama porque sabe que está mintiendo.

–Axel, estoy bien, en serio. Juega al partido porque mañana no podré jugar–sonríe y Axel mira al sr. Raimon.

–Cuando acabe el partido y hayamos ganado quiero que me cuentes todo ¿de acuerdo?–pregunta.

–Sí, lo prometo–sonríe y cuelga el móvil.

Axel hace una pequeña reverencia y se marcha algo preocupado al entrenamiento. En la noche, Katsuya camina y se pone a la altura de Blue.

–Blue, Sr. Hillman. Por favor, acompañarme a mi despacho–indica y los dos lo siguen. Al llegar Katsuya toma aire.

–Tengo una buena y una mala noticia ¿Cuál quieres escuchar primero, Blue?–pregunta Katsuya.

–La mala...–pide.

–De acuerdo...cuando estábamos operando a tu padre, encontramos un inicio de cáncer de próstata...–explica y Blue se pone pálida–La operación y la quimio es bastante cara. Sé que tu padre tiene mucho dinero ahorrado...pero si lo usamos en la operación...os quedaréis sin mucho dinero.

–No...–se tapa la boca con lágrimas en los ojos.

–La buena, que la operación ha sido un éxito y también he pagado con mi sueldo la operación y la extirpación del tumor. Por lo tanto solo queda pagar la quimio y conociendo a tu padre...sé que se va a negar a pagar la quimo con tal de que tú tengas todo lo necesario para vivir cómodamente.

Blue le empiezan a caer lágrimas y Hillman la abraza mientras observa a Katsuya con la cara destrozada oculta tras su mirada de médico.

–Sé que es muy complicado sobrellevarlo para alguien de tu edad, pero debes saberlo–explica y Blue asiente.

En la madrugada, llevan a su padre a un cuarto en el hospital y se sienta a su lado. Observa que está dormido conectado a máquinas y le agarra la mano.

–Por favor, papá. Tú no me dejes, no me dejes sola, por favor...–Blue llora mientras agarra la mano con fuerza.

Afuera, Katsuya habla con el detective Smith, llamado por Hillman y le enseña la nota.

–Ya veo, un aviso...–lee la nota– ¿Sabes si se metió en algún asunto?–pregunta.

–No lo sé, pero lleva un par de años operando a muchos niños que vienen con problemas de la academia Otei...sobre todo estaba tratando a un chico llamado Yuuma Nosaka que tiene inicio de cáncer cerebral–responde y Smith asiente con la cabeza.

–De acuerdo. Por ahora...pondré a dos agentes que protejan a Blue...–Smith informa y Katsuya asiente.

–Por favor, no quiero perder ni a mi mejor amigo ni a su hija...ya perdí a suficientes personas–pide y el detective le toca los hombros.

–Lo haré, por ahora no les vamos a contar nada ni a Axel ni a Blue–explica Smith y Hillman los mira.

–Sí, que se centren en su último año de secundaria. Suficiente estrés carga ahora Blue con lo de su padre, para saber que fue un aviso y que si su padre sigue metiendo en los asuntos que no le llaman, su hija será la siguiente–Hillman les recuerda y los tres se miran para luego ver la puerta.

Hillman se lleva a Blue a su casa y ella, agradecida, entra para luego tumbarse en el sofá, boca abajo.

–Papá...–dice entre lágrimas y se acuesta en el sofá.

El dúo de InazumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora