Justicia. Siempre lo habías dicho, si alguien hacía algo tenían que pagarle con la misma moneda, sin embargo ese tema era diferente, jamás te planteaste hacerlo aunque a ti sí te pasase.
Cuántos años llevabas con él. Te habías entregado y no pasó ni un año cuando te había sido infiel.
Lo aceptaste, porque realmente parecía arrepentido, pero no iba a volver a tener tu confianza. Por eso es que estuviste atenta y te diste cuenta, lo había vuelto a repetir. Estabas segura tenía un amante.
¿Firmar los papeles del divorcio? Paciencia, podías esperar a que ascendiese y tuviese más dinero para luego darle el golpe, total no ibas a permitir te tocase.
Una cosa era hacerse la tonta y otra muy diferente serlo. Claro que habías escuchado antes de entrar a tu propia casa unos gemidos de otra mujer.
— *Hijo puta, por lo menos llévala a un hotel, no la traigas a casa.*
Eso ya era pasarse.
Diste media vuelta, no ibas a hacer un alboroto y joderles en pleno acto. Te lo planteaste, de verdad te lo planteaste, pero preferías no dañar tus hermosos ojos viendo a ser tan abominable. No merecía ni una mirada tuya. Eres mil veces mejor que eso.
Otra vez le llevaban a alguna celda por los destrozos que había hecho. Ya era algo normal. De todas formas daba igual, Jyuto acabaría sacándole de nuevo.
Esperó tranquilamente a que le guiaran.
— Otra vez... — dice al verle saludarle.
— Sácame de aquí.
— ¿Sabes cuántas veces va ya este mes?
— ¿Hah? Me da igual. Sácame.
— No es tan fácil.
Se quedó observándole. Como si se lo fuese a creer, con lo corrupto que era no debía costarle nada.
— A qué viene esa mirada...
— ... No, solo pensaba qué tan fuerte golpearte cuando salga.
— ¿Realmente esperas te saque así...?
— ¡Me da igual! Date prisa en abrir la maldita celda.
Suspiró. No tenía paciencia.
— Tendrás que esperar un rato ahí.
Le miró mal. Por qué tendría que estar esperando. No le gustaba la idea.
Hubiera empezado a gritarle de no ser porque otro compañero del policía le dijo había alguien esperando hablar con él y que si podía pasar.
— Sí, que pase.
¿De verdad iban a hablar delante suya? Por lo menos se entretendría de alguna manera, aunque no estaba interesado en los problemas de los demás.