✴All I want for Christmas... Is you✴✅

🎄메리 크리스마스🎄

-¡Ya cállate estúpida cosa!- Aventó un gran manotazo sobre su reloj despertador en la mesa de noche.

Kim Jisoo despertó como todos los días, sin nada de energía temprano en la mañana. Y con un inevitable y evidente sentimiento de melancolía. ¿Pero por qué? Sencillo, era víspera de navidad, se trataba del 24 de diciembre ya. Se supone que debería levantarse y preparar todo para esa noche, cuando todos se reunían en sus hogares a celebrar y compartir la navidad, y por supuesto, abrir los tan esperados regalos de la noche que ocurre solo una vez en el año. Noche en la que la magia solo fluye entre las personas y se olvidan todas las tristezas, para conmemorar esta fiesta tan esperada por grandes y chicos. Pero para ella... No era así, ya que se encontraba muy sola. 

Sus amigas lamentablemente no estaban en Corea, todas se habían ido a viajar para pasar las fiestas con sus familiares y parejas, dejándola sin nadie, ya que incluso su madre se encontraba viviendo con su hermana en Londres por temas de trabajo. Sin duda alguna sería una navidad atípica y un tanto gris para la chica pelinegra. Se rehusaba a buscar una alternativa para su situación de soledad, pues siempre ha sido un tanto negada para las interacciones sociales. Pero... Realmente en el fondo sí había alguien con quien deseaba profundamente pasar estas festividades, tanto era el deseo que nunca había podido dejar sus emociones fluir libremente, se quedaba pasmada ante cualquier interacción con esa persona. Y hasta cierto punto tenía sentido, pues se sentía demasiado tonta con ese asunto por algo ocurrido hace unos tantos años, ni siquiera se habían graduado de la escuela. Se reprochaba siempre por lo mismo, no encontraba paz, y solamente lo haría recuperando a ese ser especial, una tarea que lucía complicada desde su perspectiva. 

-Maldita sea. ¿Por qué fui tan tonta, Jinie? Si tan solo yo no... Agh- Dijo para sí misma, con el ya habitual sentimiento de culpa que la acechaba siempre por estas épocas del año. -No, basta, no me conviene de nuevo sumergirme tanto en el pasado, y menos el día de hoy. No hay nada que pueda hacer por ahora, no tiene caso seguir con esto volviéndome loca- Se quitó en encima las blancas sábanas de su cama y se levantó, con dirección a la cocina en el primer piso. Puso un poco de café y agua en su cafetera y esperó para tener una taza caliente de aquella bebida. Mientras tanto se apoyó en una encimera de mármol y observó su árbol de navidad, este yacía un tanto caído a un lado, y se dio cuenta que apenas y tenía luces, y en su casa eso era lo único conmemorativo a las fiestas. Se acercó al pino y lo acomodó bien, junto a sus adornos y demás. No era muy alto, era lo justo. Miró hacia la cima y vio la estrella ladeada, se puso de puntillas para alcanzarla, pero no le alcanzó, su altura de 1.62 no le favorecía demasiado. Se vio en la obligación de traer un taburete y acomodarla. 

-Tú alcanzarías la estrella, lo sé...- Sonrió ladina, inconscientemente mirando el adorno color dorado, con algo de aflicción. 

En ese momento su mente se vio invadida por relámpagos de recuerdos ya un tanto antiguos, sabiendo que no le convenía tanto volver a reprimir tales emociones, simplemente se sentó en el sillón y se dispuso a entrecerrar sus ojos, al tiempo que su cabeza se iba un tanto hacia atrás y dejaba fluir sus memorias. 

~Flashback~

Era una bella tarde de otoño, día viernes, estaba en su escuela charlando amenamente con su amigo de hace 8 años. Ambos reposaban tranquilamente bajo un roble en el patio lateral del instituto, él tenía algo muy importante para decirle, pero retrasaba más y más sus palabras solo para ver la hermosa sonrisa de ella mientras se reía de uno de sus tantos chistes malos, a Jisoo eso le provocaba gracia, era una relación de amigos muy tierna, tanta cercanía y afectos entre ambos incluso llegaba a provocar malas interpretaciones por parte de los demás acerca de su estatus afectivo, pero no es como si fueran los únicos que hacían eso. Pasados unos 10 minutos de charlas y chistes, se sentaron apoyándose el uno contra el otro, de espaldas. Jisoo observaba con agrado los tenues rayos de sol atravesando las pocas hojas anaranjadas presentes en el árbol, ya se preparaba para el invierno. Jin recostó su cabeza en el hombro de ella, por la diferencia de estatura quedaba perfecto. Finalmente se animó a articular las tan esperadas palabras que tenía para la joven.