"Dañino"
🌙Greg:
Paloma seguía acurrucada en mis brazos. Tenía los ojos rojos e hinchados por llorar todo el viaje. Habían sido varias horas de viaje. El taxi que tomamos nos dejo en la terminal de buses y con el dinero que la madre Inés me dio compré dos pasajes hacía New York. La nostalgia recorría mi cuerpo cuando transitaba por las calles de mi ciudad, hace años no regresaba.
Estaba esperando a ser mayor para volver a mi cuidad de origen, acompañado de Paloma, pero era urgente sacarla de orfanato. Su madre, Roxana, quería volver a llevarla y no iba a permitir que la alejara de mi lado. La madre Inés nos ayudo a poder escapar, ella adora a Paloma y sabía que con Roxana solo esperaba malos tratos y hacerla responsable de la crianza de sus hermanos. Ninguno de los dos quiso que ella la llevará así que me ayudó para ponerme en contacto con la mejor amiga de mi madre, mi tía Sylvia, y ella nos ofreció hospedaje y ayuda para ambos.
El colectivo se detuvo y con cuidado desperté a Paloma que parecía preferir seguir acurrucada en mi pecho. La vista era demasiado tierna.
— Llegamos, rarita.
Ella abrió poco a poco los ojos y aproveche para observar la tormenta de nieve en sus ojos grises. Era algo que no solo yo encontraba asombroso, era común que las personas se quedaran observándola por la rareza de sus ojos y el bonito rostro angelical que cargaba.
La terminal estaba llena de gente y negándome a soltar la mano de Paloma intentaba buscar a la mujer con la que compartí gran parte de mi infancia. Paloma se abrazaba a si misma mientras intentaba ayudarme siguiendo las descripciones que le di. Un sujetó se colocó al frente de mí y por el pasar de los años casi no lo reconozco.
— ¿Acaso ya te olvidaste de mi, Stone?— Preguntó con una sonrisa curva y me acerque a abrazarlo. Hace cinco años no sabía nada de él, Dan Banker.
Nos alejamos y sus ojos pasaron a ver a Paloma. La forma en la que se quedo observándola por un par de segundos no me agradó y sentí la necesidad de alejarlo de ella. Agarré su mano y la acerqué a mi cuerpo.
— Ella es María Rosa.
— Dime Paloma— Habló ella y lo observó de pies a cabeza. No se porque la forma en la que ella lo miró me molesto.
Noté como intentó acercarse a saludarla y rápidamente me interpuse poniendo mi cuerpo delante de ella y agarré su rostro en mis manos.
- Creó que tienes un poco de fiebre-Mentí y voltee a ver a Dan- Es mejor de que nos vamos rápido.
Él asintió e intentó ayudarme con nuestras mochilas pero me negué. Y nos condujo a una limo.
Sin duda los Banker tuvieron una buena racha, eso lo comprobé cuándo Dan nos llevo a su penhouse ubicado en el centro de New York. Antes él y su familia ocupaban un bonito departamento en Brooklyn, y yo con mamá teníamos un penhouse como este. Paloma miró asombrada el gigantesco lugar. No era como el orfanato para nada, era mejor.
- ¡Mi niño, llegaste!- Reconocí la voz de la mujer se acercaba corriendo a abrazarme.
Sentí como me envolvía en sus brazos y tocaba mi rostro por todas parte.
- Mira como creciste, eres todo un hombrecito- Note como los ojos café se le llenaban de lágrimas.- Mi pequeño.
- ¡Gregy!- También reconocí la voz chillona que me hizo cerrar los ojos. Me separé de mi tía y abrí los brazos para recibir mi vieja amiga, Vicky. Sus brazos también me envolvieron y dejó varios besos por todo mi rostro mientras me repetía que era un idiota y me extraña.
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Vuelo Alto- EDITANDO
Teen FictionGreg y Paloma están solos en este mundo, sin padres, amigos o más familia, solos el uno con el otro. Crecieron juntos como hermanos, ayudándose, escuchándose y queriéndose incontablemente como lo prometieron un día de niños. Los años pasaron dejando...