ೃೀ🌟ᵎ ִֶָ ⋆ ࣪.ꞌꞋ ࣪

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[participante de
la Saturnalia de
TeamKny_]

— diálogos —
pensamientos
énfasis

Dear Santa Cruz
chxrrybae

♪ˎˊ˗

— "Querido Santa Cruz: para esta navidad quiero que Zenitsu tenga un novio guapo porque él es muy bueno y nos cuida mucho. Con amor, Kiyo." Ay Dios... Kiyo...

Zenitsu dobló la carta que su protegida escribió tan amorosamente y suspiró.

¿Novio? ¿Hablaba enserio?
Zenitsu jamás había tenido un novio y en parte comprendía el porqué: pasaba tanto tiempo ocupado en el orfanato y en su empleo que no tenía días libres para conocer a ese alguien.
Era triste, sí, y aún así no le molestaba lo suficiente. Consideraba que su labor con los niños era mil veces más importante.

— ¡Zenitsu, Zenitsu! ¿Vendrás a arroparnos?

— Ahora voy— sonrió el aludido.

— ¡Yei!

Los niños del orfanato tenían un lugar inamovible en su corazón.

Zenitsu subió las escaleras y halló a cada niño en su cama, cómodo y listo para escuchar un cuento y recibir su beso de buenas noches.

— ¿Qué cuento quieren que lea hoy?— inquirió revisando en la pequeña estantería al final del piso donde dormían todos los huérfanos.

— ¡Caperucita Roja!— contestó uno.

— ¡No, Ricitos de Oro!— pidió otro.

— ¡Cállate, ese cuento es horrible! ¡Ni siquiera se comen a la niña!

— ¡Horrible tu cara!

Mientras ellos peleaban Zenitsu encontró el cuento perfecto.

— ¿Qué les parece... "Un Cuento de Oso Polar"?

— ¡Sí!— vitorearon todos.

El mayor se sentó en una silla en el extremo más alejado del piso para no darle la espalda a alguno y llevó al libro consigo.

— Ejem— se aclaró la garganta— Érase una vez en el Polo Norte, allí, cerca de donde vive Santa Claus, un oso polar...

La melódica voz de Zenitsu indujo a los niños al sueño, y para el final del cuento la mayoría se había dormido.
Sólo una niña abrió perezosamente sus ojos antes de que Zenitsu se retirara.

— ¿Zenitsu?— le llamó ella.

— ¿Sí, Kiyo?— y el otro se volteó.

— ¿Le enviaste mi carta a Santa?

— Sí, ya lo hice.

— Gracias...

Si Santa existiera Zenitsu se moriría de vergüenza con semejante carta.
¡Le pidió un novio!, se suponía que debía hacerlo él (pero jamás lo haría porque era muy penoso admitir que estaba soltero a sus 23 años), ¡y encima tuvo el descaro de escribir mal "Santa Claus"!, definitivamente debería repasar el vocabulario de Kiyo para antes de volver a clases.

— Hum... ¿Kiyo?— la despertó Zenitsu.

— ¿Sí...?— contestó la niña.

— ¿Porqué le pediste eso a Santa?— la duda lo estaba carcomiendo.

No creía que estuviese tan desesperado (o solo) que hasta los niños del orfanato le tenían lástima.

— Bueno...— Kiyo frotó su ojito— Zenitsu es muy amable con nosotros, es nuestro hermano mayor... nos defiende y nos cuida mucho, creí que sería un lindo regalo que tuviese una cita con un hombre guapo que lo quiera tanto como nosotros... ¿porqué?

Dear Santa Cruz | UzuZenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora