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Ya había pasado una semana desde mi secuestro, en la televisión habían noticias de mi desaparición e incluso habían puesto una recompensa a quien me encontrara, típico de mi madre; por razones como esa tenía estrictamente prohibido salir del edificio y eran tan exagerados que incluso salir de la habitación estaba limitado, lo bueno es que me traían la comida y no tenía que vestirme formal o algo por el estilo porque el único que venía de visita era Sanzu; he querido preguntarle sobre lo de la llamada pero como es un desvergonzado de seguro hablará de más logrando hacerlo más incómodo de lo que ya es; como ya había dicho antes, Sanzu viene a verme todos los días, claramente hoy no era la excepción.
-Princesa~- Canturreo el apodo que me puso como siempre lo hace cuando me llama- ¿Lista para hoy? Los rompe huesos dicen que salen a las 7 la fiesta es a las 8 pero hay mucho tráfico así que de aquí a Roppongi tardarán cerca de una hora
-Sanzu no quiero ir, ya me acostumbré a estar dentro de mi cuarto
-Tienes que ir- El teléfono del cuarto comenzó a sonar- Yo contesto, tú sigue arreglándote- Él sabía que me estaba arreglando porque estaba en el baño y el vestido no estaba en su lugar- Dime... Ah está en el baño... Obvio... Oh si y lo hace tan bien~- Asomé la cabeza para saber de qué se trataba y el hizo una seña de que no importaba, pero mi curiosidad era mayor así que le dije que pusiera en altavoz a lo que hizo caso
-~¡¿Te cogiste a Sumiye?!- Una voz exaltada y molesta habló a través del teléfono
-Si- Sanzu contestó burlón
-Cállate Haruchiyo- Llegué a donde estaba y le pegué leve en el hombro- Mejor ayúdame con el cierre del vestido
-Voy princesa- Llevó sus manos al cierre y lo cerró
-~Carajo Sanzu, invita~-La llamada se cortó de pronto
-¿Quienes eran Sanzu?
-Son los Haitani
-Ah ya bueno supongo que solo falta un poco de maquillaje
-No se te verá la mitad de la cara Sumi
-Ya sé, pero nunca me maquillo, eso hace menos probable que me descubran- regresé al baño pero tocaron la puerta- ¿Quién?
-Somos los Haitani- Aún no sé reconocer sus voces por lo que no sabía quien lo había dicho
-Pasen- Tomé una bolsita de maquillaje y fui al baño mientras se escuchaba la puerta abrirse
-Como que te cogiste a Sumiye maldito Haruchiyo
-Era broma, ella se estaba arreglando- Se escuchaba la risa de Sanzu mientras un golpe seco sonó, supuse que lo tiraron al suelo
-Terminé- Salí del baño y ahí estaban los Haitani ambos con Saco negro y guantes, en sus manos tenían sus máscaras que hacían juego con mi vestido ya que de un lado se iban difuminando de rojo a negro ambos en opuesto, la de Rin a la derecha y la de Ran hacia la izquierda; se veían formales, yo tenía el cabello suelto un poco ondulado, labial rojo y un poco de base en la cara, me puse un collar que había en el cajón de joyería y unos pendientes de color dorado que eran como una cadena, ahora que lo pienso se parecen a los de Koko- Me veo increíble, lo sé, pero digan algo más- Reí porque los tres que anteriormente parecía que estaban peleando pararon en seco al verme.
