『 Ikigai 』∴ #Omegacember

˗ˏˋCollar de protecciónˎˊ˗

15.- Collar de protección (Responsabilidad sexual + Deseo)
Se diferencia de las gargantillas porque cubren el cuello en su totalidad, de material resistente para evitar ser mordido por alguien indeseado. A veces los Alfas en su desesperación sexual muerden el collar de su compañero.

AU: XiCheng próximos herederos CEO's. Destinados.

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Terminó de alistar su traje frente al espejo, sentía un nudo en su garganta y no por la presión de la corbata, ojalá fuera eso.

Aún puede recordar en su cabeza como se veía su novio, Jiang Cheng, en aquel centro comercial, al inicio pensó que tal vez estaba por algo que necesitaba urgente, claro, hasta que vio como aquel 'amigo' estaba con el Jiang tan confiado.

Tal vez aquel bozal si era una gran molestia y a Jiang Cheng le avergonzaba verlo de esa forma y buscó otro Alfa que sea más liberal ante esas anticuadas reglas, pero no... Su A-Cheng no podía hacerle eso, ¿verdad?

Suspiró resignado, apunto de irse pero el timbre sonó, ¿su tío había venido a recogerlo? Algo confundido, se dirigió a la puerta para ver de quién se trataba, sin duda se sorprendió de verlo.

El Omega frente a él, se encontraba avergonzado, rascando su nuca saludó a su novio.

— Ho-Hola. — levantó su mano.

Lan XiChen por instinto abrazó a su Omega, rodeándolo de sus feromonas, si quedaba alguna marca de ese sujeto que vio su instinto salía y quería marcar a su novio, era suyo y ningún otro Alfa se lo robaría.

— ¿Puedes.. Soltarme? — preguntó Jiang Cheng, el Alfa lo hizo a regañadientes, no quería soltar a su preciado Omega.

— Hola, —saludó el Lan— iba a...

Y su cerebro se desconectó al situar su mirada en aquel exquisito cuello blanquecino que antes lo dejaba babeando, ahora... ¿qué era eso que traía encima?

— Eso... Es...

Jiang Cheng le sonrió y llevó su mano al collar que tenía.

— Es.. Un collar de protección — rascó su nuca, suspiró — recordé... Que esto puede 'mantenerme a salvo' de tu dientes, y hasta puedes moderlo como alivio. — respondió sonrojado ligeramente.

—¿En-Enserio te compraste eso... Para que no use este bozal?

—¡Claro que si! ¿Cómo puedo dejar que uses ese estúpido bozal como un perro? — frunció el ceño — tu familia está loca, pero respeto sus reglas, sin embargo no quiere decir que no pueda hacer algo al respecto.