TOY [RanLey]

1.

- ¿Estás bien? - cuestionó el rubio con una mueca preocupada al abrirle la puerta, su compañero le sonrió forzosamente para luego suspirar cansado y tirarse sobre él riendo.

- ¿Me ves bien idiota? ¡Tengo una pierna rota! - golpeó el pecho fornido del mayor con frustración, Muto solo quedó perplejo mientras lo agarraba de la cadera con fuerza para no dejarlo caer.

- Eres tan torpe ¿Quién logró lastimarte? - aferró al menor contra su pecho dejando que descansará su mentón en su hombro, mirando por sobre él noto que no había nadie por el lugar así que solo cerró la puerta y se encamino a la cocina.

Con un puchero en sus labios se dejó llevar por el mayor - Un imbécil de Bonten me atrapó - Yasuhiro detuvo el paso tensándose de inmediato al escucharlo - Tranquilo, ha sido uno de los Haitani - aún tenso miró el rostro magullado del menor preocupado.

- Igual es peligroso ¿Solo te golpeó? ¿No intentó sobrepasarse? Tengo sabido que ese par adoran usar a las personas para su diversión - riendo estúpidamente llevó sus manos a los laterales del rostro de Muto.

- No soy tan fácil cariño, solo me hizo firmar un estúpido contrato para pagarle todo lo que le robe, con intereses y todo. Luego me dio una paliza - soltó el rostro del mayor con molestia, inclinando un poco su rostro escupió al suelo la sangre que se le acumulo en la boca.

Jamás en su vida dejó que lo humillaran de esa manera, ni siquiera cuando una pandilla de la secundaria lo abordó a él y a su hermano para robarles.

- Mmh - aún aferrado a la cadera del menor volvió a abrazarlo contra su pecho - ¿De qué trata el contrato? Solo para ver si te puedo ayudar - volvió a reír jugando con sus dedos tras la nuca de Muto, le gustaba ser mimado por él.

- No tengo la menor idea, solo nombró a Sou y firme de inmediato - el tono risueño alertó al rubio, sin pensarlo lo apretó más a su cuerpo.

- Te has metido tú y tu hermano en problemas por mi culpa Naya, lo siento - susurro en su oído con pena, Nahoya volvió a reír mientras abrazaba el cuello de Muto, la sonrisa se borró de sus labios casi de inmediato.

Sentía un vacío doloroso en su pecho ¿No podía ayudar más a su compañero? ¿Su hermano ahora estaba en problemas por su culpa? Todo lo que hizo siempre fue simple, hasta que se fue de codicioso, quería mostrarle a esos ricachones lo que era perder, al principio jugó limpio pero ya estaba acostumbrado a sus tácticas que sin evitarlo se dejó llevar.

- Mete la mano en el bolsillo trasero izquierdo - ordenó tras unos segundos de silencio, el rubio confundido acató su orden - Saca el sobre ¡Hey! Sin manoseos - la ronca risa del mayor sacudió su corazón, sonrojado apretó sus manos en puño.

- Fue inevitable... Oh ¿Naya? - atónito miró el sobre sabiendo lo que contenía dirigió su mirada al cuerpo tembloroso en sus brazos.

- No digas nada, fue difícil esta vez conseguirlo Yasuhiro así que no quiero ninguna excusa - con una corta sonrisa río Muto.