Sam Is Missing

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De está historia poco sé hablaba en Hurricane, fue un suceso tan atroz que impactó dentro y fuera de la pequeña ciudad dónde se suponía todo estaba en orden. Quizás por respeto, quizás por terror, o tal vez por qué preferían dejar esos actos en el olvido, nadie entendía por qué todos hablaban de ese hecho cómo si fuera un tabú, pero ellos lo sabían, y lo recordarían por siempre.

Samuel Davis, o conocido simplemente cómo "Sam" era un adolescente de dieciocho años que recién había empezado sus estudios en la carrera de medicina. Era hijo mayor de una mujer mexicana llamada Flor y un hombre americano llamado Adam. Nació en el país de México y a sus seis años de edad se mudó con sus padres a Estados Unidos, justamente en una pequeña ciudad llamada Hurricane, ubicada en el estado de Utah. Su infancia fue cómo cualquier otra, fue muy unido a sus padres y más tarde a su pequeña hermana. Nunca dió problemas a pesar de su mal carácter cuándo se le hacía enojar. Siempre fue muy dedicado a sus estudios y aunque a veces lo etiquetaran cómo un "malhumorado", podía llegar a ser amable con los demás y tratar de ayudarlos para enfrentar sus problemas, mostrando preocupación y empatía. En ese entonces era pareja de Carl Jhonson, con quién llevaba dos años de relación.

Sam no sé quejaba de lo qué tenía, al contrario, estaba agradecido. No era la persona más millonaria del mundo, pero al menos tenía a sus padres, a su hermana qué en esas fechas recién había nacido, a sus amigos, a su pareja y en la escuela le iba relativamente bien. Su futuro no lo veía muy lejano o difícil de conseguir, tan sólo se enfocaba a lo qué estaba frente a su camino para seguir avanzando.

Seguir avanzando...

Un día martes, mirando hacía el frente y caminando sobre la acera de la banqueta, salió de casa llevándose su mochila trás su espalda, listo para ir a casa de Carl y hablar con él un rato; los dos habían estado muy ocupados con sus estudios y hace semanas que no sé veían, tan sólo chateaban por medio de mensajes.

No era para nada tarde, tan sólo las cuatro del día; no había cielo oscuro, ni calles oscuras, tampoco estaba yendo por una calle tan vacía. Mientras esperaba un camión en la parada de transportes, sacó su celular con tal de entretenerse un rato y miró los mensajes qué recién acababa de recibir por parte de su madre:

"Mi niño, cuídate mucho, por favor."

Sam leyó el mensaje suspirando por la preocupación de su madre. Estuvo listo para empezar a teclear y responderle, sin embargo, unas grandes manos cubiertas por unos guantes color negro lo atraparon callando su reacción; hicieron presión sobre su boca y nariz para que evitará gritar. Él joven moreno pataleo e intento gritar por ayuda. Sus movimientos bruscos tan sólo le permitieron ver una capucha oscura cuyo rostro se mantenía bajo el anonimato. Él sujeto que lo había capturado llevó una de sus manos a su ocultó rostro, y le hizo una seña con el dedo índice para que guardará silencio. Sam intentó morderlo, soltarse, gritar o rogaba desesperado por qué una persona pasará por ahí para qué lo salvará, pero la calle estaba tan vacía que sus ahogados gritos no podrían escucharse nunca más.

El hombre hizo más presión y lo llevó casi a rastras hasta una ban de vidrios polarizados. Otro sujeto dentro abrió las grandes puertas corredizas de la parte trasera y ahí lo arrojaron, cerrandole rápido la puerta para que no escapará.

Mientras el sujeto de la parte trasera lo forzaba a respirar un pañuelo blanco y húmedo, el hombre qué lo había capturado se dió cuenta de que encima de la acera había caído su celular. Para no dejar evidencia fue a recogerlo, y antes de subir a la ban leyó los mensajes de amor qué Flor le daba a su hijo. Una estupidez total para él. Tan sólo río y apagó el celular.

Pasadas las horas, a Carl le pareció extraño que su novio no llegará a casa. Le enviaba mensajes, pero no le llegaban, la hora de la última vez qué se conectó no cambiaba y que su línea estuviera fuera de servicio comenzaba a preocuparle. Por si acaso, llamó a su casa; su padre fue quien respondió.

Sam Is MissingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora