Si pudiese contar las veces en las que la deslumbrante belleza de Mikaela había pasado por su cabeza, lo hubiera hecho ya; pero de igual manera hubiese perdido la cuenta por ser tantas.Yuichiro suspiró escondiendo su rostro entre ambas manos mientras la clase seguía su curso. No había podido escuchar con total atención a las explicaciones del profesor, optó solamente por anotar en su libreta todo lo que se encontraba en el pizarrón. Odiaba hacerlo pero tendría que volver a socializar para aclarar sus dudas, o podía también preguntar directamente con el profesor; pero no quería verse tan estúpido preguntando técnicamente todo lo que se dijo en clase.
Pensó una vez más en Mikaela dándose por vencido, se sentía algo tonto tomando en cuenta las palabras y advertencias de Yoichi y aún así ignorándolas solamente para probar los labios del rubio.
Pero vamos, era solamente un beso y ya, uno que posiblemente no había significado tanto para Mikaela. Después de todo, no le había importado besarle después de haber besado a otra persona anteriormente, entonces para él tampoco debería importar, no es como si ya tuviesen un lazo afectivo, simplemente eran dos desconocidos.Refunfuñó anotando en la libreta, si eran desconocidos no había motivos para sentirse así. Bien dicen que la vida sigue y las personas van y vienen, tal vez en otra ocasión conozca a otro chico. Tal vez no sea algo serio; o inclusive, tal vez llegue alguien con quien tener algo serio.
Pero era un hecho que Mikaela le había llamado la atención, también era un hecho que no sentía algo profundo por él, tal vez solamente le gustaba por cómo se veía. Era guapo, alto, tenía un cuerpo lindo, su cabello era sedoso, su sonrisa era encantadora; era un príncipe sacado de un cuento de hadas, hablando del físico, claro está, porque aún no conocía a Mikaela, no sabía nada de él más que su nombre, su reputación en la escuela, su fama por su nula responsabilidad afectiva y que era un bombón.
No ayudaba mucho esa información, y claramente con esos conocimientos sobre el chico todo mundo podía asumir que era una bandera roja andante.Recordó entonces a Yoichi y su plática de cómo era el chico como amigo. Si había ayudado a Yoichi de esa manera, tal vez no era tan malo como pensaba. "Tal vez hubiera empezado siendo su amigo", pensó.
Pero su encuentro con él había sido todo menos un encuentro entre posibles amigos, no con alguien viéndole fijamente y dándole halagos cada que respiraba, ¿O si?, Yoichi también le halagaba, también habían mantenido la mirada el uno sobre el otro y no por eso justo después recurrieron a un beso.
Cerró los ojos recordando quién había propuesto el beso; él.
Tal vez si él nunca hubiese dado tal movimiento, Mikaela nunca hubiese intentado algo más. Ahora la culpa recaía sobre él.
Enojado, acabó con sus apuntes escuchando al profesor indicar que la clase había finalizado, recogió sus cosas y se retiró del lugar.
Miró la hora en su teléfono, en la tarde tendría que irse a la sesión de fotos. Respiró hondo intentando relajarse, debía ser un día feliz por su primer día de trabajo y solamente pensaba en el rubio mientras hacía rabietas por sus propias acciones con éste.
Giró en el siguiente pasillo hasta que chocó con cierto castaño de ojos olivas.
—¡Yuu! ¿Lo siento, tienes prisa?
—¡Yoichi! No realmente...—"Solamente quiero salir de aquí lo más pronto posible porque aquí está Mikaela y no quiero volver a topármelo", pensó. —Yo soy el que lo siente, ¿Estás bien?
—Si, tu no te preocupes. ¿Vas a otra clase? —Su amigo tomó la libertad de caminar junto a él mientras lo llevaba del brazo, Yuu no puso peros.
—No, me iba ya para la sesión de fotos.
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Dangerous || MikaYuu, ons
FanfictionYuu estaba tan enamorado del popular y encantador Mikaela Doji que no le importaba ser usado por éste cada vez que quisiera. Pero Yuichiro era peligroso y adictivo, Mikaela no podría ganar tan fácilmente en éste juego de tira y afloja. Inspirado en...