advertencia: es como si nunca hubieran sido asesino o algún tipo(ósea que Jeff nunca le hizo eso, acá no esta Susan) ,enfermedad fuerte, depresión, muerte.
Estaba borracha.
La castaña salió del bar, estaba sola así que pidió un Uber para que este le llevara a casa. Mientras esperaba aquel Uber llegase por ella, miraba los edificios y las luces de la ciudad cubren la belleza del cielo nocturno, o al menos es lo que ella pensaba.
Un respiro hondo suena y la chica siente las frías brisas besando sus mejillas sonrojadas por aquellos afectos del alcohol.
- es una buena vida.... - hablo la chica -
Su teléfono suena, este da la notificación de que su Uber cual había pedido estaba por llegar en aquel mensaje decía que el auto era de color negro y ella no le toma importancia en leer la matricula.
Mira a su alrededor y ve un auto negro estacionado frente a ella, en ese instante la chica va hacia ese y entra en aquel auto.
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- Por fin voy a casa -festejo la chica estirando sus brazos- me imaginaba que me enviarían un viejito, ya sabes, ¡a esos señores que se toman selfis como señores jeje – explico con alegría la joven- pero te ves demasiado joven! -entrecerró los ojos u n momento para enfocar su vista hacia él, pero por causa del alcohol no pudo ver nada y encogió sus brazos y termino por sentarse en los asientos de aquel vehículo.
- ¡CORRE COMO EL VIENTO! -exclamo la chica como en una escena de Toy storie y termino la frase con un- ¡TIRO AL BLANCO!
- Señorita.... -exclamo un castaño oji-verdes-
- ¡SHHHHHHHHHHHHHH -dijo la chica poniendo el dedo índice sobre los labios del joven- vamos. Quiero ir a casa
- ¡¿Qué!?crees que esto es un ub – el chico hiso una pausa- señorita esto no es un ube...
Se detuvo a media oración nuevamente, aun viendo como su mano señalaba hacia enfrente. El joven mira fijamente por un rato, el castaño se sentía incomodo, pero obedece y comienza a conducir aquel auto.
La chica mira aquel conductor, observando sus facciones aún más de cerca. El color pálido de su piel.
- ¡Guau! Eso es hermoso¡! – exclamo la chica-
- ¿Qué?
- Tus ojos... -dijo y el corazón de aquel joven conductor se volvió confuso al ver la expresión de la chica mientras que esta la observaba, el la miraba como si una obra de arte se tratara-