-- Oh, navidad, navidad, dulce navidad... --Cantaba un bonito rubio japonés mientras adornaba el gran árbol, iba casi por la punta así que estaba sobre una escalera concentrado en lo que hacía para terminar más rápido.
Riki sonrió viendo satisfecho su trabajo al acabarse las decoración, con cuidado comenzó a bajar para buscar más y terminar en esa parte más no pisó bien y se resbaló.
Hubiera impactado contra el suelo de no ser por unos brazos que le atraparon sacandole un suspiro aliviado viendo a su salvador.
-- HeeSeung Hyung, le debo una y bien grande --Reverenció el rubio al pelirojo quien rió negando.
-- No fue nada, además de que debes tener más cuidado --Sonrió el mayor y miró el árbol-- Te está quedando muy hermoso.
-- Gracias, no es fácil decorar ese árbol tan grande solo --Suspiró cansado-- Solo le dije que quería que decoráramos un árbol juntos y cuando despierto me encuentro con esto... --Señaló el gran árbol-- Aquí y ningún rastro de él en ningún lado.
-- Sabes como es Riki, si el dinero lo puede pagar, no dudes que lo hará solo para no hacer nada --Le sonrió con pena el pelirojo y miró la hora-- Hey, son las cuatro, ¿Irás a patinar como lo tenías planeado? --Le miró.
-- Solo deje que termine esto y vamos --Señaló el árbol y sonrió cuando una idea apareció-- ¿Quiere ayudarme? --Le miró.
Lee HeeSeung, el chófer privado de los Shim sabía que no podía negarse a ello, por lo que rió asintiendo y tomó unas decoraciones para subir donde anteriormente estaba el rubio y terminar lo que empezó allí mientras el japonés terminaba abajo.
Ni veinte minutos pasaron cuando finalmente el árbol estuvo completamente decorado y ambos chocaron las cinco felices de su trabajo.
-- Que mal que mañana deba ir con el cascarrabias a la junta y no pueda quedarme a decorar la casa --Dijo el rubio mientras guardaban las cajas donde anteriormente estaban las decoraciones guardadas.
-- Le diré a Sunoo que le pregunte a las de limpieza si pueden ayudarte con ello cuando llegues así no haces tanto trabajo, puedo traerte más temprano si te deja salir --Sonrió cómplice el pelirojo, sabía como el rubio odiaba aquellas juntas y el como solo iba por la apariencia y el estatus que su esposo debía mantener.
-- Agradecería mucho eso, les pagaré extra si desean --Sonrió aliviado, odiaba tener que usar a los empleados que su pareja contrató para los deberes hogareños.
-- No es problema alguno, le mencionaré ello, ahora, ¿Nos vamos? --Señaló su reloj a lo que Riki asintió.
-- Déjame avisarle al cascarrabias y vamos --Rió bajo para no arriesgarse a que le escuchara su esposo antes de caminar rumbo a las escaleras y subir.
HeeSeung suspiró, a veces le daba lastima el pobre rubio y en lo que su familia lo había metido solo por las alianzas y el dinero.
Nishimura Riki era el único hijo de los Nishimura quienes eran dueños de una gran empresa que a principios del año anterior estuvo a punto de entrar a la bancarrota por corte de presupuesto debido a un terremoto que hubo en Japón.
Shim Jake era el actual dueño de la empresa más poderosa en Australia y Corea del Sur, al saber de toda la situación rápidamente entró en acción para tomar las acciones y comprar la empresa japonesa quien se negó rotundamente a vender sus empresa.
Lo que le pudieron ofrecer fue la alianza de ambas empresa, Shim podría manejar la empresa japonesa a su antojo pero antes de ello debía acudir a alguien de la familia para que le diera su consentimiento en los cambios que realizaría, pero aquello solo podría hacerse casándose con el heredero nato de los Nishimura.
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Milagro de Navidad [Jakeki]
FanfictionRiki está dispuesto a que su esposo ablande su corazón para esa navidad, de lo contrario se daría por vencido completamente y sería el esposo que Shim quería. Sabría que iba a necesitar un milagro para que Jake abriera los ojos y descubriera que no...