𝟎𝟎𝟏. capítulo uno.

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❛ BAJO EL MANTO DE LA INCERTIDUMBRE ❜

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El viaje desde Alemania a Corea del Sur duraba aproximadamente 15 horas, y en ese tiempo, JeonWoo se encargó de dejar listo el informe de cada uno de sus pacientes, algunos con el tratamiento terminado y otros a punto de ser dados de alta, pero igualmente encomendados a algunos de sus mejores compañeros en el área.

Luego de haberse mudado de su país —o, mejor dicho, huido lejos de su muy conservadora familia— JeonWoo había impulsado su carrera magistralmente, no había deportista que no conociera sus increíbles habilidades y amable trato, a sus treinta años era un médico renombrado a nivel mundial y no era para menos, con su currículo y el antecedente del apellido. En otro momento de su vida habría desplazado fácilmente el trabajo, pero en la actualidad, con la preocupación por su hermana latente y el viaje de avión más lento que había tenido en su vida, lo único que lo distraía de la realidad inminente era hallar soluciones a todos sus casos.

—Dong-Yoon, que gusto verte —JeonWoo saludó al chofer de su familia con un corto abrazo, palmeándole la espalda. En los últimos tres años solo había visto a su familia fuera del país o en otras provincias, así que no había tenido contacto con ninguno de los antiguos empleados en todo ese tiempo. Que no fuesen familia no los hacía menos importantes, después de todo se había criado con muchos de ellos cerca.

Desde su adolescencia siempre pensó que tener choferes e incluso empleados que hicieran pequeñas cosas por ellos (como conducir o barrer las hojas del jardín en otoño) era una pérdida de tiempo. Y claro, no se quejaba cuando llegaba de las extenuantes sesiones de estudios y luego del gimnasio y no debía encargarse de lavar la ropa o pensar en qué hacerse de comer, pero en ocasiones deseaba no tener que estar tan ocupado que no tuviese tiempo de pensar en cosas simples.

Luego de haberse mudado y aprendido a vivir solo, las pequeñas tareas tontas y simples se habían vuelto una especie de terapia relajante.

—Hijo ¿cómo te encuentras? —lo saludó el alegre hombre. Aunque la descripción no le hacía justicia en ese momento, tenía las esquinas de los ojos rojas como si antes hubiese estado llorando. Su hermana siempre había sido mucho más cercana a las personas del servicio que él mismo.

—Necesito verla para poder admitir cualquier sentimiento —respondió. La preocupación le quemaba las entrañas y la ansiedad le hacía doler el estómago, sin embargo no sentía nada más, no aceptaba el estado de su hermana—. Sé que es tu trabajo, no le diré a mi padre si tú tampoco ¿pero puedo conducir? —lo miró con ojos suplicantes— sabes que soy bueno en esto, y solo quiero relajarme...

HEART BY HEART ── ˗ˏ min yoongi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora