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-¡______-chan!-gritaba a todo pulmón una chica.
-Oh shit -dijo en un murmuró.
Y antes que se diera cuenta una chica se había abalanzado hacía ella, por suerte venía desde atrás, sintió como la abrazaba, rodeando sus brazos en su estómago.
-¡_______-chan! Dime, ¿Cómo fue tu cita?-le preguntó con entusiasmo.
-Shhh ¡No lo grites a los cuatro vientos!-con rapidez se safo del agarré y le tapó la boca-...y sobre la cita-miró hacía otro lado y un sonrojó apareció en sus mejillas-...me fue bien, fue divertido.
Que suerte que la pelirosa tenía su mano aún en la boca de su amiga o sí no todo los alumnos que estaban en el pasillo escucharían las palabras de emoción de la de ojos azules.
-¡Pará! Vas a dejar saliva en mí mano-como pudo con su única mano libre, la sostuvo de su hombro y con una mirada adviertiendo le lo que le pasaría sí no escuchaba su orden-Voy a quitar mí mano de tu boca ¿Okey? Y al hacerlo podrás hacerme preguntas una por una y será en voz bajá, porque sí no, me aseguraré de quemar toda tu colección de tu banda favorita ¿Captas-le había amenazado, pero en su defensa, la amenaza era justificada.
La miró asentir con la cabeza, sinceramente tenía miedo que su amiga cumpliera con su amenaza. Ya que sabe de antemano que sí era capaz de quemarle toda su colección. Por lo tanto le haría casó.
-Bien-lentamente le quitó la mano y esperó la bomba.
Esa última pregunta la hicieron casi ahogar sé con su propia saliva.
-¡Alto que?!-sí antes tenía un color rosa en sus mejillas ahora era un tomate vivo con ojos, nariz y boca.
-¿Qué?-la miró con inocencia fingida-¿Dije algo malo?
-Por supuesto que sí tonta-dijo una chica de cabellos rojos, la cuál sin dudar le dió un golpe en la cabeza a la de ojos azules con un libro, y le iba a doler ya que le había pegado con un diccionario de los gruesos.
-¡Ahhh! ¡Eso duele! ¡Arabella! ¡¿Porque?!-le reclamó con los ojos llorosos, en su cabeza se podía ver el claro chichón que le había dejado.
