Había escuchado "Whatever it takes" de Imagine Drangons al menos trece veces seguidas después de haber salido de la ducha.
Así que llevaba todo ese tiempo acostada con la mirada fija en el techo.
Después de haber ignorado a Alessio los últimos cuatro días, decidí dejar de darle importancia al hecho de que ni siquiera se había disculpado por lo de la cena, no esperaba una explicación pero si al menos una disculpa.
Las veces que había tocado a mi puerta era para pedirme que bajara a comer o para pedirme que fuera al bar a trabajar, en ninguna obtuvo respuesta.
A la única que le abría la puerta era a Emilia. Ella me había subido la comida a diario sin que Alessio se diera cuenta y yo le estaba agradecida por ello.
El punto es que ya estaba harta, quería un poco de normalidad en mi vida y si no iba a trabajar, no conseguiría ni una pizca de ella.
—Cariño —escucho decir a Emilia del otro lado de la puerta. —Tu taxi ha llegado, ¿estás lista?
—Sí, ya bajo, gracias —respondo, al mismo que me levanto.
Tomo mi abrigo y mi bolso, para luego apagar el estéreo antes de salir.
Me sentí muy afortunada cuando lo encontré en un rincón del sótano el lunes por la mañana.
Luego de que Alessio saliera a quién sabe dónde, decidí pasearme por la casa a mis anchas.
Está de más decir que a su habitación y al estudio no entré, a esas dos y a una que otra puerta que estaban cerradas, pero poco importó cuando descubrí lo que había en el sótano.
¡Un estéreo!
Bien.
Capaz no pareciera la gran cosa, pero había estado bastante tiempo sin acceso a internet y sobre todo sin escuchar la música que me encanta, así que para mí fue haber encontrado una mina de oro dónde no buscaba ni cobre.
Y luego de preguntarle a Emilia si aún servía y responder que sí, le pedí de favor que si cuando fuese a hacer las compras para la despensa, podría conseguirme un par de discos.
Para cuando llego al bar, veo que el coche de Aless está en el estacionamiento, lo cuál me sorprende porque Emilia había dicho que iba a salir de la ciudad por un par de días.
Luego de pagar y agradecerle al taxista, me hago camino a la parte de atrás del local para entrar por la puerta del personal.
Cuando paso por la oficina de él, veo la puerta abierta, cosa que me parece extraña, porque aunque esté o no, él siempre la matiene cerrada.
—¿Buscas a tu tío, muñeca? —escucho a Claire preguntar.
—¿Está aquí? —cuestiono.
Ella niega.
—Se fue hace una hora con Rob, dijo que volvería hasta el domingo.
—¿No ha dicho a dónde?
La veo negar de nuevo.
—Aunque seguro le ha dicho al bombón que dejó a cargo —hace una seña con su cabeza dándome a entender que quiere que la siga.
Y así lo hago.
Caminamos por el pasillo hasta la puerta que da a la barra trasera, no me molesto en dejar mis cosas, solo camino detrás de ella hasta el otro extremo del bar.
—¿Y bien? —pregunto cuando se detiene.
—Qué raro —comenta, pasa su vista de un lado a otro. —Hace un momento estaba aquí.
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No soy ella.
FanfictionAnouk es una joven a la que se le ha acusado de cierto crimen, el mismo en el que ha perdido a su familia de manera muy lamentable y el mismo en el que debido a la falta de pruebas, es dejada en libertad. Aún a pesar de ello sigue siendo vigilada po...